Buenos Aires. La CGT, con la adhesión de las tres CTA y movimientos sociales, realiza su cuarto paro general contra la gestión de Mauricio Macri, en medio de la recesión económica que atraviesa el país.
Así, la central obrera vuelve a manifestar su rechazo a las políticas de la Casa Rosada, a la que le exige que avale una reapertura de paritarias, la suspensión de despidos y declarare la emergencia alimentaria, entre otras acciones.
Por la medida de fuerza se ven afectados el transporte público de pasajeros; el transporte de mercaderías; la atención en dependencias públicas; la apertura de comercios; la actividad financiera y el dictado de clases en las escuelas.
Tampoco hay recolección de basura, recarga de cajeros automáticos, ni provisión de combustibles, mientras que está afectado el funcionamiento de los centros médicos, donde sólo habrá atención en guardias y el SAME.
Sin embargo, agrupaciones de izquierda ya anunciaron que realizarán cortes en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires desde las 6:00, para bloquear el paso de vehículos particulares: en Panamericana y 197, Acceso Oeste a la altura del Hospital Posadas y en el Puente Pueyrredón, en la ciudad de La Plata, además de otros en Neuquén, Córdoba, Rosario, Mendoza, Jujuy y Tucumán.
Por su parte, los miembros del triunvirato de la CGT y otros referentes de la conducción seguirán la jornada del paro en la sede de la calle Azopardo, donde cerca de las 14:00 darán a conocer su evaluación de la medida de fuerza.
La medida de fuerza cuenta con la adhesión de la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky; la CTA Autónoma de Pablo Micheli y la CTA Autónoma de Ricardo Peidro, además de organizaciones sociales como la CTEP; la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie.
En declaraciones a FM Milenium, el titular de UPCN e integrante del sector moderado de la CGT de los «independientes», Andrés Rodríguez, también señaló este lunes que la gestión de Macri debe «tomar medidas claras» como «paritarias que actualicen la pérdida de poder adquisitivo, un compromiso de protección del empleo y declarar la emergencia alimentaria».
«Hay una disconformidad muy grande en la sociedad argentina y principalmente en sectores del trabajo y desprotegidos porque la economía está parada, está en un estado recesivo, no hay crecimiento, no hay consumo, peligra el empleo en varias actividades», afirmó Rodríguez.
La huelga fue convocada en medio de divisiones entre los sectores más «dialoguistas» y los más «combativos» de la CGT, quienes coinciden en el rechazo a la gestión del Gobierno pero las diferencias surgen sobre el tono de confrontación a seguir ante el macrismo.
De hecho, los moderados de la CGT ya exploran la posibilidad de reunirse con representantes del Gobierno tras el paro del martes, mientras que los duros anunciaron días atrás una nueva protesta para el 20 de octubre, cuando marcharán a la Basílica de Luján.