Sáenz Peña. En la noche del miércoles la Diócesis San Roque vivió la Misa Crismal que junto a la bendición de los santos óleos dio lugar también a la renovación de las promesas sacerdotales de todo el clero.
Monseñor Hugo Nicolas Barbaro presidió la Misa en la Iglesia Catedral junto a los párrocos de las 24 Parroquias extendidas a lo largo del territorio diocesano.
El aceite santo o santos óleos o aceite de unción es aquel aceite bendito por el Obispo. Los santos óleos en el catolicismo son tres: el santo crisma, usado para ordenaciones, confirmaciones, bautizos y consagraciones de altares e iglesias; el óleo de los catecúmenos, usado para ungir a los que están preparándose para el bautismo, y el óleo de los enfermos, usado en el sacramento de la unción de los enfermos.
Los óleos los consagra el Obispo de cada diócesis en la Misa Crismal, que celebra en su Catedral, usualmente el jueves santo por la mañana, pero aquí se celebra miércoles santo por la noche por una cuestión de convivencia (fundamentalmente por las distancias) y para que los párrocos, que junto a su comunidad recibe los óleos sagrados, puedan vivir en inicio del Triduo Pascual junto a sus comunidades.
En la ocasión se hace la renovación de las promesas sacerdotales. Y en consonancia con el pedido del Papa Francisco a nivel mundial el Obispo de San Roque pidió siempre seguir los pasos de Jesús para ser portadores de alegres noticias para su pueblo.