Corrientes. La directora de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo hizo hincapié en la importancia de que los estudiantes incorporen los contenidos curriculares para avanzar en el aprendizaje.
“El impacto de la repitencia puede ser positivo o negativo, dependiendo de cada situación de quienes no lograron obtener los contenidos de un año al otro, hay que comenzar a evaluar los casos particulares”, señaló la directora de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (Disepa) de Corrientes, Julia Saez.
La funcionaria se refirió al regreso en 2023 del sistema de repitencia en las escuelas de esa provincia, que no estuvo vigente en 2022 como parte de las flexibilizaciones que se insaturaron con la pandemia de covid-19 y a raíz de complicaciones que dejaron las clases virtuales.
De esta manera, los estudiantes podrán pasar de año siempre que tengan hasta tres materias para rendir, que no sean correlativas.
En diálogo con el sitio web NEA Hoy, Saez hizo hincapié en la importancia de que los estudiantes incorporen los contenidos curriculares para avanzar en el aprendizaje.
La funcionaria consideró que se debe tomar a la repitencia como una nueva oportunidad para afianzar los conocimientos y no verla como un fracaso.
Al analizar esa cuestion, cuestionó que algunas instituciones educativas en la provincia no le permiten al alumno que repite volver a ingresar en el ciclo lectivo siguiente y ello genera un impacto negativo en su desarrollo.
Por otra parte, remarcó la importancia de pensar en la flexibilización del sistema educativo para dar mayor protagonismo a los estudiantes en la toma de decisiones y en el desarrollo de los conocimientos.
“Este tema tiene que ver mucho con la cultura porque muchas veces los adultos nos manejamos con los patrones que teníamos antes y hoy los adolescentes son otros, tienen otros pensamientos, miran desde otro lugar y nosotros tenemos que acomodarnos a ellos”, sostuvo Saez.
También consideró que padres y tutores pueden contribuir a “bajar un poco las expectativas que se tienen sobre los hijos y, más bien, darles la oportunidad de madurar emocionalmente, según cada realidad”.
“Sabemos que hay algunos que debieron salir a trabajar, otros que fueron padres durante el tiempo de cursado, otros que necesitaron de un año sabático para recomponerse, otros que tuvieron la posibilidad de viajar, entre otras situaciones, por lo que cada uno tiene una madurez diferente”, expresó la funcionaria.
Y añadió que “a su vez, hay padres más activos, que están más presentes y hay otros que están un poco más ausentes, muchas veces porque no saben cómo dialogar con sus hijos”.