Resistencia. La semana pasada cerró con tres nuevos vetos totales interpuestos por el gobernador Leandro Zdero contra tres leyes provinciales aprobadas antes de que cambie la composición de la Legislatura chaqueña, es decir, antes de que el bloque PJ pierda la mayoría.
Es evidente que estas normas fueron sancionadas sin contar con el aval del gobernador, que en ese momento aún integraba la Cámara de Diputados. Además se comunicaron formalmente al Poder Ejecutivo luego de que Jorge Capitanich finalizara su mandato y por lo tanto, la definición de la promulgación o veto recayó en manos de Zdero.
Estos tres vetos son contra normas que implican erogaciones importantes a la caja provincial y en tal sentido, en los fundamentos de una de las observaciones, indicaron que «se advierte que el presupuesto es, entonces, el instrumento en el que se preverán los ingresos a obtener, que permitirán la realización de gastos, con los cuales disponer de medios para efectivizar acciones, que permitan alcanzar los objetivos deseados».
«La sanción legislativa tiene una incidencia económica significativa sobre el presupuesto general de la provincia para el ejercicio 2024, lo que no fue previsto por el Poder Ejecutivo y tampoco considerado por los legisladores al momento de sancionar la Ley de Presupuesto, que carece, por tanto, las erogaciones señaladas de factibilidad presupuestaria, lo que imposibilita su cumplimiento», señaló el gobernador en los fundamentos del veto a la norma 3973, que «modificaba el beneficio de una pensión para los exsoldados, convocados por el Distrito Militar Chaco, que hubieran sido acuartelados o convocados y que no hayan sido movilizados a la zona de despliegue continental al Sur del Paralelo 42».
Las otras dos normas vetadas son: una que modifica Ley de Reconocimiento a excombatientes mientras que la otra «otorgaba una pensión graciable provincial a los Bomberos Voluntarios del Chaco».
A la fecha ya son, al menos, cuatro normas que vetó el gobernador, que el mismo tiempo necesita con urgencias recursos para poder enfrentar los gastos que tiene la provincia.
Y estas propuestas para ser ratificadas, por la Cámara de Diputados, necesitan contar con los dos tercios, mayoría que a la oposición le costará mucho conseguir.
Hoy el peronismo no puede sumar los legisladores necesarios para sesionar, pero sí podría usar estas normas como moneda de cambio en el caso de que en el corto plazo el gobierno provincial requiera la mayoría especial para apoyar o ratificar acuerdos con el gobierno nacional.
Ahora, de momento, las cuatro normas están condenadas y lo más probable es que el veto sea aceptado por la Legislatura provincial.
También es cierto que el panorama actual es muy diferente tanto políticamente como financieramente al que estaba presente cuando se sancionaron las normas, más allá de que algunos anticiparon la crisis que vendría.
