Sáenz peña. Se trata de quien fue protagonista del fatal siniestro vial en el que murió atropellado José Ponce en 2018. rebollo fue condenado a dos años y medio en suspenso, e inhabilitado para manejar (lo que sigue haciendo sin problema alguno). El pasado domingo se mostró violento con agentes policiales: «No saben quién soy», gritaba borracho chapeando que lo protege el poder político.
Según se conoció el abogado Erick Rebollo volvió a protagonizar un incidente violento en estado de ebriedad, esta vez a la salida de un local bailable ubicado en calle 13, entre 12 y 14, en Sáenz Peña. Cabe recordar que, en el año 2018, Rebollo atropelló y mató a un motociclista identificado como José Ponce, quien agonizó tirado en la calle y mientras agonizaba lo insultaba. El hombre manejaba alcoholizado.
En esta ocasión, según señala el informe policial, alrededor de las 6:30, mientras la policía realizaba un operativo en las inmediaciones del local bailable, solicitó apoyo de la División COM debido a que se había producido un desorden a la salida del boliche. Cuando los efectivos llegaron al lugar, observaron a una persona violenta y hostil con el personal policial.
El hombre los insultaba y los instaba a pelear. Por este motivo, procedieron a la conducción de Rebollo de 37 años, quien, mientras era conducido, a los gritos chapeaba que es un protegido del poder político y les decía a los efectivos policiales: «No saben quién soy, los voy a denunciar».
Antecedente
En marzo del 2023, donde la jueza Rosana Glibota lo condenó a «dos años y medio en suspenso e inhabilitación para manejar de cinco años (algo que no cumplió jamás ni cumple, pues sigue manejando a diario, incluso para asistir al estudio jurídico del funcionario municipal que lo tiene cobijado) por el delito de Homicidio Grave Culposo en accidente de tránsito y lesiones graves culposas».
Cabe recordar que el fiscal de Cámara Carlos Rescala, apeló la sentencia por considerarla escasa, y por haberse obviado pruebas fundamentales de pericias, como el exceso de velocidad que era de 86,82 kilómetros por hora, y con el test de alcoholemia que le dio positivo con 1,09, es decir, tres veces más de lo permitido, y sobrepasando los límites de velocidad de 40 kilómetros por hora en la ciudad.