Resistencia. El responsable máximo de la Arquidiócesis de la capital hizo pública sus palabras de reflexión, esperanza y salutación para todos los fieles católicos y personas de otros credos en estas fechas emotivas.
El arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus envió su tradicional alocución por Navidad a este matutino, en la que destacó que esta fiesta «para los cristianos es siempre una fiesta de la luz».
«Luz que resplandece en nuestros árboles que adornamos en las casas; luz que aparece también en nuestros pesebres iluminados por la presencia de esta esperanza viva, que nos hace recordar cada año el nacimiento de Jesús. Aparece también en las puertas de muchos de nuestros vecinos y en sus balcones, para alegrarnos en esta nueva fiesta que nos invita justamente a celebrar la vida y la fe. La luz en la Biblia tiene ese sentido muy lindo y muy profundo, y se recoge en una frase del Libro del Eclesiastés en el capítulo 11 que dice: Es bueno para los ojos ver el sol y hermosa y dulce es la luz», relató.
«Hay una esperanza cierta de que podemos juntos ser luz, comprometiéndonos en dar un paso adelante y en una construcción social desde nuestra generosidad misma y desde nuestra dignidad», sostuvo.
«Por sobre todas las cosas, nos ayuda a vivir un compromiso concreto por el bien de todos, con nuestras opciones y desde nuestras responsabilidades», dijo.
«La fiesta de Navidad es fiesta de la luz, y por eso pedimos justamente al Señor que también seamos capaces no solo de mirarnos, sino también de encontrarnos y de reconocernos en nuestra dignidad propia y nuestra diversidad, con la capacidad de salir al encuentro», reflexionó el sacerdote.
Y agregó en ese sentido: «Ese es justamente el mensaje más profundo de la Navidad, que nos hace sentir familia, que nos recoge a todos en la memoria de la vida y que nos levanta el corazón para ser luz para nuestros hermanos con nuestro compromiso cercano».
EL MENSAJE DE LA BIBLIA EN LA REALIDAD ACTUAL
El arzobispo de Resistencia hizo un profundo hincapié en que «esa es la luz de la vida que gozamos todos y que es necesario recoger siempre como una memoria de que es un don que vivimos y compartimos. Esta fiesta de Navidad nos ayuda especialmente a eso, a ser también cercanos, y con nuestras obras -como dijo Jesús en su predicación- a ser luz para nuestros hermanos».
«Estamos presentes justamente en la comunión en este camino concreto y en este presente histórico que vivimos con muchas dificultades, también con mucho aguante como lo vive nuestro pueblo y como lo experimentan tantas de nuestras comunidades; sin embargo, en esa situación difícil también es una luz que florece en la caridad, el compartir, la solidaridad, el amor concreto con las obras», agregó.
Con una visión abierta a las personas que profesan otros credos y un saludo especial para la comunidad judía que celebra la festividad de Janucá desde este 25 de diciembre, monseñor Dus reflexionó: «El anuncio de la intervención divina en la Biblia siempre aparece figurado como una intervención misteriosa de Dios, y se significa en ese símbolo hermoso que es la luz. Jesús aparece en el Evangelio como aquel que es el sol de justicia que trae al mundo esa Presencia Divina que nos hace vivir y reconocer, en nuestra dignidad, capaces de vivir de un modo fraterno, cercano y comprometido con quienes están junto con nosotros. El pesebre indica siempre el don de la presencia de Dios gratuita y merecida para recordarnos el don gratuito de la vida que tenemos».
«Es justamente también una responsabilidad vivir en el don generoso hacia los demás, compartiendo dolores, luchas, esperanzas y reconociéndonos en un camino fraterno común. Que el Señor nos ayude a tener también en este tiempo de Navidad el espacio para reencontrarnos con nosotros mismos frente a Dios y frente a las responsabilidades ante nuestros hermanos», dijo.
«El mundo concreto de hoy nos ayuda a sentirnos más responsables y también nos desafía a construirnos como sociedad y como comunidades desde el compromiso concreto. Feliz Navidad para todos», dijo a modo de conclusión de su mensaje.
