Buenos Aires. La Virgen de Luján, o Nuestra Señora de Luján, es una de las advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen María en el catolicismo y se la considera patrona de Argentina. En este día – en que el mundo recibe al nuevo Papa que elige llamarse León XIV tras la muerte de Francisco – la historia la une a quien la coronase el 8 de mayo de 1887.
La Virgen de Luján es conocida también como la “Virgen Gaucha”, apodo que refleja tanto el color oscuro de la terracota como su conexión con la vida rural de la pampa argentina. Su rostro de rasgos serenos y delicados y su simplicidad contrasta con la majestuosidad de la Basílica de Luján, construida en su honor a finales del siglo XIX y principios del XX.
Jorge María Salvaire, sacerdote lazarista francés, desempeñó un papel crucial en la difusión de la devoción a la Virgen de Luján y en la preservación de su imagen. En 1904, el entonces Obispo de La Plata, Juan Nepomuceno Terrero, ordenó que la imagen fuera recubierta con una coraza de plata para protegerla del deterioro. Esta decisión fue ejecutada bajo la supervisión del Padre Salvaire, quien había dedicado gran parte de su vida a la Virgen tras un episodio que marcó su vocación.
En 1872, mientras evangelizaba en las tolderías indígenas de la provincia de Buenos Aires, fue capturado y estuvo a punto de ser ejecutado. Según la tradición, Salvaire rezó a la Virgen de Luján y prometió dedicar su vida a su culto si sobrevivía. Milagrosamente, fue liberado por intervención de Bernardo, hermano del cacique Namuncurá, quien lo reconoció y lo protegió.
Años después, en 1886, el padre Salvaire presentó al papa León XIII la petición del episcopado y de los fieles del Río de la Plata para la coronación de la Virgen. León XIII bendijo la corona y le otorgó Oficio y Misa propios para su festividad, que quedó establecida en el sábado anterior al cuarto domingo después de Pascua.
Así, el 8 de Mayo de 1887 (durante la Presidencia de la República Argentina del doctor Miguel Juárez Celman y “con la asistencia de altos dignatarios de la Iglesia Católica Romana y del Cabildo Eclesiástico Metropolitano), fue coronada, por el Papa Don León XIII, Nuestra Señora de Luján”, deviniendo así en “Patrona del país”.
En este jueves 8 de mayo de 2025 el mundo recibe al nuevo papa, el estadounidense Robert Prevost, que fue elegido como el nuevo Pontífice y que eligió llamarse León XIV.
Así, el destino vuelve a unir la existencias otro Papa con la devoción de Nuestra Señora de Luján, una de las devociones más populares del catolicismo en nuestro país.