Zaparinqui. El gobernador Leandro Zdero inauguró ayer el Acueducto Zaparinqui-Castelli una obra fundamental que conecta ambas localidades y garantiza el acceso al agua potable para más de 400 familias, mejorando así su calidad de vida y fortaleciendo su capacidad productiva.
El proyecto fue impulsado mediante un convenio entre el gobierno provincial, a través de Sameep, y la Cooperativa de Provisión de Servicios Públicos Contraalmirante Antonio Portillo (Cosap).
La obra, que demandó una inversión superior a los 380 millones de pesos, se ejecutó en tres etapas y fue formalmente habilitada durante este sábado, en coincidencia con el 88° aniversario de Zaparinqui.
Durante el acto, también se realizó la entrega de títulos de propiedad para vecinos de la localidad. También estuvieron el presidente de Sameep, Nicolás Diez, el presidente de la Cooperativa de Provisión de Servicios Públicos Contraalmirante Antonio Portillo (Cosap), Agustín Detzel, y demás autoridades provinciales y locales.
«Han pasado seguramente muchas dificultades a lo largo de estos años, pero hoy estamos abrazando este sueño que seguramente era el de muchos de los vecinos», destacó.
En ese contexto, dijo: «Por lo general, desde la política, aparecen las promesas de cosas que se van a hacer y que después hay que ver de dónde salen los recursos. Nosotros claramente tenemos un sueño: el de cambiar la realidad en la que vivimos los chaqueños, de transformar la matriz de esa provincia marginal o como algunos la miran desde otros lugares como la más pobre. Por eso, para ir cambiando esa matriz tenemos que ir dando pasos concretos como este».
«El Chaco tiene que dejar de conformarse para comenzar a transformarse, y ese es el desafío: no ser mirados desde ese Chaco marginal, no ser estigmatizados porque estamos convencidos de que los chaqueños somos otra cosa, que los chaqueños podemos salir adelante. Cuando se encuentra voluntad, buena gestión, predisposición, las cosas se pueden hacer», indicó.
El esfuerzo de la cooperativa y del municipio local no era suficiente, por lo que se convocó a la empresa Sameep para evaluar soluciones.
«A partir de ahí fuimos dialogando hasta que encontramos la salida. Se decía que había dificultades para hacer esta obra, que no se podía o no se quería, pero acá hubo decisión política de que el agua iba a llegar, así que hoy estamos muy felices de poder concretar esta obra», concluyó.