Resistencia. El intendente de Resistencia y exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner emitió una durísima nota de opinión sobre la situación nacional y más aún a los legisladores que avalaron las principales medidas del macrismo.
La carta:
El gobierno de Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI) insisten en promover un extraordinario ajuste fiscal, monetario y cambiario que implica una transferencia alevosa de pobres a ricos. El “club de los traidores” del Congreso integrado por la corriente moderada, dialoguista del “Peornismo opositor y entreguista”, ha decidido ser cómplice del remate estatal a precio vil urdido por las grandes corporaciones mediáticas, económicas y financieras nacionales y transnacionales.
El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) luego de su estatización en el año 2009 tenía un impedimento para la transferencia de las acciones a las empresas limitando las operaciones de venta a la aprobación de una mayoría especial del Congreso. Esto fue modificado con la anuencia de un amplio espectro de traidores a la causa nacional y popular generando la alternativa de la venta de las acciones de las empresas mediante una Oferta Pública de Acciones (OPA).
El FGS ha perdido 19000 millones de dólares desde diciembre del año 2015 a la fecha. El sistema de seguridad social pasó de 0,6 por ciento de superávit a un déficit proyectado de 1 por ciento del PIB en 2018 como consecuencia de la ley 27260 que implicó habilitar el blanqueo de 130000 millones de dólares, 80 por ciento de este monto quedó depositado en el exterior y la recaudación de 125000 millones de pesos que no fueron coparticipados a provincias y municipios.
Los anuncios del gobierno claramente apuntan al ajuste de salarios del sector público y privado, al ajuste de jubilaciones y pensiones, al ajuste de los ingresos familiares, a los tarifazos alevosos y a que este saqueo lo paguen los pobres.
Los ricos no pagan nada
Los ricos no pagan nada. El combustible se ajusta a valor dólar con precios libres para beneficiar a las empresas petroleras nacionales e internacionales. Las retenciones mineras no se tocan para beneficiar a las multinacionales. Las retenciones a los agroexportadores concentrados no se tocan y los ingresos de dólares de exportaciones no se depositan en el país agudizando la insuficiencia de dólares.
No se aplicarán impuestos a los pasajes al exterior ni regulaciones al mercado financiero, ni cambiario ni tampoco a las importaciones. De los 15000 millones de dólares depositados por el FMI se quemaron 2000 millones de dólares por corrida cambiaria. Ajustaron tasas de intereses a niveles excepcionales de crecimiento desde 47 hasta 80 por ciento de call money, junto a más del 60 por ciento de tasas de interés de Lebacs en el mercado secundario. Como si esto fuera poco, están dolarizando la deuda en Lebacs promoviendo la mayor estafa y saqueo nunca antes visto en el país.
Esto debe generar indignación. No escucho las voces críticas de nuestros legisladores nacionales con teórica especialización en esta materia repudiando este saqueo alevoso que debe pagar el pueblo argentino.
El mayor conglomerado mediático de Argentina con 11000 millones de dólares de activos junto a las corporaciones financieras y económicas del país están especulando para castigar el valor de sus propias acciones en el mercado de capitales para adquirir a precio de remate desfinanciando el FGS de Anses.
No todos fuimos o somos cómplices
Ahora vienen por el “que se vayan todos”. Pero quiero advertir que no todos fuimos ni somos cómplices de estos saqueadores seriales. Esto pasa cuando gobiernan las corporaciones apropiándose del Estado para satisfacer sus propios intereses.
Se renegociaron contratos de peaje con 1000 millones de dólares de ganancias para empresas asociadas a los grupos del poder. El Poder Judicial a través de jueces y fiscales cómplices, lo mismo que periodistas y medios de comunicación y políticos entreguistas en el Congreso de la Nación, han cometido el mayor crimen de lesa humanidad que significa matar de hambre a millones de argentinos.
Nunca en la historia argentina en tan poco tiempo un gobierno endeudó el país en 150.000 millones de dólares para agudizar la dependencia de los grandes capitales y financiar una fuga sin precedentes.
Están cumpliendo con el programa que vinieron a hacer. Sin regulaciones del mercado financiero y de capitales, promoverán la quiebra del sistema financiero mediante financiamiento compulsivo, intentarán dolarizar y devaluarán sistemáticamente para corregir el déficit del sector externo promoviendo inflación desenfrenada, licuación de ingresos y empobrecimiento general.
Es triste decirlo pero muchos querían cambiar: lamento decir que este es el cambio. Cambiemos para peor. Lo más triste es que los radicales de pura cepa, aquellos que respetan la historia y la tradición, todavía siguen acompañando el saqueo. Qué triste.