Resistencia. A un mes de la sesión que en el senado se debe realizar para tratar el proyecto de ley que despenaliza y legaliza el aborto, los representantes por el Chaco guardan silencio.
La baja sensación térmica de estos días no alteró la presión en ascenso a favor y en contra del proyecto de ley de despenalización y legalización del aborto que la cámara alta del Congreso de la Nación debe tratar el 8 de agosto, día al que se llegaría en un ambiente de tensiones ya perceptibles que fundamenta el silencio de los senadores por el Chaco: María Pilatti Vergara (FpV-PJ), Ángel Rozas (Cambiemos) y Eduardo Aguilar (Justicialista).
Con distintos fundamentos y criterios los legisladores chaqueños asumirán posiciones en una sesión que sería histórica con un clima de mayor temperatura en el Senado, adonde acuden lobbystas a expresar por qué se debe votar en uno u otro sentido aunque el ’cabildeo’ no sea una actividad reconocida como válida pero que se ejerce ante los 72 integrantes del cuerpo en una votación que sería muy pareja y de resultado muy variable, al menos hasta ahora.
La división entre quienes están a favor y en contra no impide el diálogo entre senadores más próximos de uno u otro sentido en busca de un voto que consolide una posición que siempre será solo posible hasta que se cuenten los votos.
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«Luego del fundamento que expresen cada uno de los que hablen en esa sesión, que se estima serían todos los presentes pero, en verdad, hoy nadie puede asegurar cuál será el resultado», dijo ayer a NORTE uno de los senadores que solo admitió una consulta sin que se dé cuenta de su identidad.
Como si fueran ’jueces’ los senadores reciben lo que se conoce como ’alegato de oreja’ sobre el proyecto al que la Cámara Diputados dio media sanción y con el que se pretende legalizar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hasta la semana 14 y por el cual los movimientos feministas anticipan que volverán a las calles para protagonizar actos masivos.
Aquel resultado en Diputados sorprendió a los que de fienden ’las dos vidas’ porque daban por seguro una derrota de los ’abortistas’ y algunos sacerdotes católicos anticiparon que quienes votaron o votarán a favor de esta iniciativa en el futuro no recibirán acompañamiento en las urnas de parte de ese sector religioso.