Buenos Aires. A 24 años de aquel 18 de julio trágico, el fotógrafo Eduardo Longoni nos revela cómo retrató a la multitud que pedía justicia tres días después.
En 1994, el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires abría una brecha de impunidad en la historia de nuestro país.
El silencio une, en el tiempo, los dos extremos de esta fotografía. Hace 24 años, el reportero gráfico Eduardo Longoni retrató a la multitud que se concentraba bajo la lluvia en la Plaza de los dos Congresos, en repudio a la bomba que tres días antes −el 18 de julio de 1994− había matado a 85 personas y herido a otras 300, en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
Era una marcha de dolor indecible, sin gritos ni bombos, puro llanto atragantado entre los 150 mil asistentes. Se la recuerda como la Tarde de los Paraguas.
A 24 años de aquel tiempo, el silencio continúa. Acá, el video de la entrevista a Eduardo Longoni, contando la historia de esta foto esencial.
El atentado
El atentado a la AMIA fue un ataque terrorista con coche bomba que sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires el lunes 18 de julio de 1994. Se trató de uno de los mayores ataques terroristas ocurridos en Argentina, con un saldo de 85 personas muertas y 300 heridas, y el mayor ataque sufrido por judíos desde la Segunda Guerra Mundial. La comunidad judeoargentina con casi 300000 personas, de las cuales más del 80% vive en Buenos Aires, es la más numerosa de América Latina y la sexta mayor del mundo.