Por Ricardo Sánchez (*)
El Presupuesto Nacional 2018 ratifica el desprecio que tiene el Presidente, Mauricio Macri, por el interior del país. Lamentablemente, no sólo el Chaco es víctima de esta situación, sino todas las provincias del norte argentino que son las que tienen mayor necesidad de inversión pública.
Concretamente, para el jefe de Estado Nacional, un chaqueño vale 33.000 pesos de Presupuesto anual, mientras que en cada habitante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires va a invertir 188.000 pesos. Esta disparidad, marca lo grave de la concepción que tienen quienes hoy gobiernan el país junto al empresario Macri.
Campeones de deuda
Es el propio INDEC, no aquel cuestionado de Guillermo Moreno, sino este “transparente” de Macri; ha indicado que la mitad de los hogares, y el 80% de los asalariados de nuestro país no cubren con sus ingresos el costo de la canasta básica, e incluso en el mismo informe se revela que más del 20% de los hogares argentinos se encuentra en situación de indigencia.
A la par, informes muy serios como el del Centro de Economía Política Argentina, que en modo alguno puede tildarse de peronista o kirchnerista, expresó su preocupación por el aumento a niveles históricos de la deuda externa, e incluso se plantea “cuándo explotará todo esto”, atento a que el Presupuesto 2018 destina el 14% solamente a cancelar intereses generados por el endeudamiento.
Lamentablemente, nos hemos transformado en “Campeones Mundiales de Deuda” habiendo el país emitido bonos por más de 55.000 millones de dólares en el mercado financiero internacional, siendo, claramente, la economía emergente que más deuda externa emitió, superando holgadamente a países como China, Rusia, Corea o México.
Empleo en baja
Es evidente además que este impresionante endeudamiento no ha redundado en la creación de puestos de trabajo. Distintos informes dan cuenta que los puestos de trabajo no alcanzan a equiparar el crecimiento poblacional e incluso el descenso de la desocupación al que hace referencia del Indec, y se promociona como un logro de la gestión, se debe a que unas 100.000 personas ya no buscan empleo, lo cual no implica necesariamente que lo hayan conseguido.
Cabe destacar en este sentido que los casi 160.000 puestos de trabajo registrados que publicita con ahínco el Presidente, se deben en realidad a monotributistas (cuentapropismo) y en menor medida al sector público y al empleo doméstico. El empleo privado, que es el componente más relevante, no sólo no ha crecido sino que ni siquiera ha recuperado el estado anterior a la llegada de Macri, cuando se destruyeron miles de puestos de trabajo.
Obra pública
Una de las cuestiones paradigmáticas que se desprenden del análisis de Presupuesto 2018 es la de la obra pública nacional proyectada. En este sentido, vale remarcar que el 40% de esa inversión se concentra en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; mientras que 12 provincias tomadas en conjunto, entre las que se encuentra el Chaco, tienen asignado menos del 10% de los recursos.
De allí que, en la distribución geográfica del gasto total por habitante, surge aquel dato ya mencionado de que la nuestra es la provincia con menor asignación de recursos por cada chaqueño, según la decisión tomada por el Estado Nacional.
Incluso, brillan por su ausencia obras emblemáticas para nuestra región, como el Segundo Puente Chaco-Corrientes, o la continuidad de la autovía Makallé-Sáenz Peña, limitándose a partidas complementarias que terminan con el tramo Makallé- Resistencia.
Tampoco figura información respecto del Ramal C3 del tren Belgrano Cargas, histórico ramal del Chaco para enlazar Avia Terai con el puerto de Barranqueras, cortando así la importantísima inversión realizada por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner reparando las vías férreas desde el límite con Bolivia hasta Avia Terai.
Se prevé, en materia de obra pública, un gasto de capital de 210.000 millones de pesos, pero cuando se observa el desagregado de la inversión, nos encontramos con que el 38% de esas erogaciones no tienen una asignación específica ni clasificación geográfica, con lo cual, es evidente que es una porción del gasto que el Gobierno Nacional va a aplicar con total discrecionalidad y autoritarismo.
Tarifazos y más importación
A la par de esto que surge del análisis del Presupuesto 2018, se nota la profundización de política neoliberales, y en esa dirección nos encontramos con la decisión de Juan José Aranguren, ministro de Minería y Energía de la Nación, de liberar el precio de los combustibles habilitando de esta manera que el sector privado establezca los valores del litro de nafta a partir de la variación del precio internacional del petróleo crudo. Sin la intervención del Estado Nacional, esto llevará seguramente a un aumento indiscriminado de los combustibles en nuestro país.
En esta misma tónica de liberar precios e abrir las fronteras a la importación indiscriminada, todos los informes revelan que seguimos comprando más vehículos importados e incluso alimentos, y en función de ello, es lamentable que en un tema puntual como la carne, hayamos pasado de importar 16 millones de dólares, en 2015, a 52 millones de dólares, en 2017; o 5 millones de dólares en leche y productos lácteos a 11 millones este año; o 115 millones de dólares en frutas y comestibles a 140 millones.
Toda la importación de alimentos, creció en promedio un 23% entre 2016 y 2017 con una gran incidencia de los lácteos con un incremento del 175%.
Ajuste feroz
En definitiva, el Presupuesto Nacional 2018 continúa por el sendero de los aumentos tarifarios del transporte, la luz y el gas transfiriendo al conjunto de los hogares la reducción del gasto nacional en esos insumos básicos para la población.
Incluso, se pide al Parlamento la autorización de deuda por 46.500 millones de dólares, cifra que, de concretarse implicaría que en tres años de gestión el gobierno de Macri el endeudamiento en 120.000 millones de dólares.
En este escenario, los pagos de deuda superan lo destinado a Universidades, Defensa y Seguridad, Salud, Educación, Cultura y Vivienda y Urbanismo; marcando a las claras cuál es el sentido y la orientación política de la gestión nacional.
Concretamente, lo que nos espera con este Presupuesto Nacional 2018 es la ratificación de la dirección que se le ha venido dando a la economía, con un mayor plan de ajuste y endeudamiento, sin que las provincias puedan disponer de otros fondos que alimentaban la continuidad de la obra pública, como consecuencia de la rebaja en las retenciones a las soja o la devolución de 3 puntos de Ganancias.
También en materia de metas de inflación, se establecen para el año próximo un aumento de precios de entre el 8 y el 12 por ciento; pero no se puede dejar de recordar que esas metas no se cumplieron ni en 2016, donde estaba prevista una inflación del 25% y alcanzó el 42%; ni en 2017, donde se esperaba un aumento generalizado de precios del 17% pero todo indica que en diciembre superará el 23%.
En conclusión, más ajuste, endeudamiento y la continuidad de una política negativa para nuestros sectores productivos e industriales son los rasgos más distintos del Presupuesto Nacional 2018 que llevará adelante el gobierno neoliberal que conduce Mauricio Macri, y que relega como nunca antes en la historia a nuestro Chaco. Por eso, todos los sectores, industriales, trabajadores y partidos políticos; debemos reflexionar esta cuestión para defender a nuestra provincia de los efectos de esta política regresiva y nefasta.
(*) Diputado provincial del PJ