Buenos Aires. El Gobierno y las petroleras acordaron congelar hasta el 1 de julio el precio, pero antes de eso ya había proyecciones de aumentos en el orden del 12%.
Según sus cálculos, los incrementos del dólar y del petróleo hacían imposible bajar ese nivel de suba. Una semana antes del acuerdo, firmado el 5 de mayo, habían asegurado que el incremento era mucho menor, del 7% promedio.
Pero eso no es todo. La semana que pasó, el gobierno autorizó una suba en el precio de los biocombustibles del 8 por ciento. Estos productos forman parte de las naftas y gasoil que los consumidores cargan en sus vehículos. Cuando los productores de biocombustibles elevan sus precios, las petroleras los pasan directamente al valor que paga el consumidor final.
Además, la última corrida del dólar antes de detenerse en torno de los $ 25,50 le agregó nueva presión a las petroleras, las que incorporarán el nuevo valor en sus cálculos.
Por último, el precio del barril de petróleo se encuentra en torno de los 80 dólares. En octubre del año pasado, cuando se liberó el mercado de combustibles, estaba en torno de los 40 dólares.
La liberalización de este sector ha dejado al consumidor – y al conjunto de la actividad económica – sometido a las subas de la divisa. Las petroleras ya obtuvieron la promesa del gobierno de que serán “recompensadas” por el congelamiento de mayo y junio.
Petroleras demandan que se adelante la aplicación de las subas
El feliz matrimonio entre las empresas petroleras y el gobierno atraviesa la primera crisis. Las productoras de gas son las principales beneficiarias de la política energética del Cambiemos. Sin embargo, la escalada del dólar generó cortocircuitos en la relación.
Un portavoz de una de las principales empresas petroleras del país confirmó a Tiempo que “las empresas exigen que se actualice el dólar al valor de hoy”, en lugar de esperar hasta octubre, mes estipulado para la nueva Revisión Tarifaria Integral (RTI).
Desde el Ministerio de Energía y Minería reconocieron a este medio que el impacto del dólar sobre las tarifas “está en proceso de evaluación”, aunque aclararon que “es muy prematuro dar certezas al respecto”.
En ese sentido, el presidente de una petrolera le dijo al sitio Econo Journal: “Nos están pagando el gas a un dólar un 35% más barato que el actual”.
La Resolución 300/2018 del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) establece que el valor del tipo de cambio con el que se calcula el precio del gas en boca de pozo “no surgirá de un mercado de futuros ni del ROFEX, sino que será el tipo de cambio del Banco de la Nación Argentina para el Dólar Divisa correspondiente a un cierre cercano a la fecha de entrada en vigencia de los cuadros tarifarios” y aclara que el mismo “quedará inalterable durante el semestre correspondiente”. Si bien falta mucho para octubre, la confirmación de evaluación del tema por parte del ministerio abre las puertas a un posible cambio que lleve a la reconciliación.
Como indica la Ley N° 24.076, “los únicos componentes regulados de la tarifa del gas son el transporte y la distribución, siendo el precio del gas libremente negociado entre distribuidores y productores, puesto que la actividad de producción no ha sido definida como servicio público”.
Así las cosas, las variaciones del precio internacional y del valor del dólar a nivel local marcan el ritmo de los aumentos. Como excepción, la Resolución 74/2017 de Energía advierte que “ante una variación brusca del tipo de cambio, los usuarios podrían quedar expuestos a grandes aumentos en las facturas, deteriorando su poder de compra”; llegado el caso, asegura que tales circunstancias serán “contempladas en oportunidad de realizarse los ajustes de los precios previstos en el sendero de reducción gradual de subsidios, para cada semestre”.