25 abril, 2024

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El Gobierno Macrista dice que generó menos impuestos, equilibrio fiscal y empleo estable

Buen os Aires. El informe sostiene que, a pesar de la crisis, Alberto Fernández recibirá una situación más favorable en comparación con 2015.

El Gobierno elaboró un informe en el que sostiene que a pesar de la crisis financiera y el deterioro de algunos indicadores sociales, la economía que dejará el presidente Mauricio Macri será más «sana» que la que recibió a fines de 2015. Para eso, el Poder Ejecutivo sostiene que el país que asumirá Alberto Fernández tendrá resueltos los problemas de déficit fiscal, energía e impuestos, entre otras cuestiones.

El trabajo realizado por la Jefatura de Gabinete que encabeza Marcos Peña señaló ocho puntos por los cuales buscó explicar cuál será «la herencia económica» que dejará Juntos por el Cambio al nuevo gobierno el 10 de diciembre.

«A fin de 2019 el país está listo para crecer. Sin magia, sin mentira, sin ficción», arranca el informe, que sostiene que el Gobierno de Macri «revirtió la herencia de 2015» entre lo que enumeró «un Banco Central sin reservas, un déficit fiscal brutal, desempleo mentiroso y pobreza estructural altísima, inflación alta durante 8 años, tipo de cambio atrasado, un Estado arrasado y una crisis energética».

«No hemos podido cumplir las mejoras de bienestar que todos anhelamos», admitió el Gobierno. Pero, insistieron los funcionarios, «el punto de partida para 2020 es mucho más sano». En ese sentido marcaron como hitos el equilibrio fiscal primario (que devino como una de las condiciones del acuerdo con el FMI), menor presión tributaria, tipo de cambio competitivo (hace un año y medio rondaba los $21 y actualmente está cerca de $60), suba de exportaciones, mejor infraestructura y desarrollo de la industria energética.

Respecto al endurecimiento del cepo cambiario luego de la derrota del oficialismo del 27 de octubre, el informe de Marcos Peña consideró que «la confianza sobre el futuro define el presente». «Al principio de nuestra gestión pudimos levantar los controles cambiarios porque la gente mira al futuro para decidir hoy. Ahora los tuvimos que reponer, contra nuestra voluntad, porque esa misma gente tiene miedo a qué pueda pasar en el futuro», argumentó.

También hizo referencia al derrumbe del consumo del último año y medio como consecuencia de la devaluación y la aceleración inflacionaria. «La inestabilidad del proceso electoral lo golpeó cuando empezaba a mostrar signos de mejora, pero en 2020 las jubilaciones y pensiones, asignaciones familiares y por hijo aumentarán en términos reales. Del mismo modo, se recuperará el salario real, cuando la economía retome el proceso de reducción de la inflación que se dio hasta julio de 2019», apuntó el balance económico oficial.

Sobre la inflación, uno de los temas que Macri marcó como prioritarios de su gestión económica, la Casa Rosada reconoció que «lamentablemente, no se puede eliminar la inflación de un día para el otro». Y agregó: «En estos cuatro años hemos dado los pasos necesarios para empezar a ver una reducción sostenida y sostenible de la inflación: corregimos las tarifas y el tipo de cambio; y equilibramos las cuentas públicas».

El informe de Jefatura de Gabinete también habla sobre la deuda, uno de los temas urgentes para el próximo Gobierno. «Tuvimos que pedir prestado, porque heredamos un déficit enorme y porque habían quedado muchas cuentas sin pagar del gobierno anterior», fue la explicación oficial sobre la toma de deuda de los últimos años.

«Cuando las condiciones financieras internacionales se endurecieron Argentina pudo acceder al crédito compensatorio del FMI, mucho más barato, lo que permitió cancelar compromisos con el sector privado», explicó, sobre el préstamo por U$S57.100 millones que otorgó el organismo financiero internacional -el más grande de su historia-, y que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, llamó a renegociar a fines de agosto.

El Gobierno además hizo hincapié en mejoras en el sector energético -principalmente las exportaciones a Chile- e impositivas, como la baja de la presión tributaria. Pero incluso sostuvo que el mercado laboral mejoró, a pesar de que los números oficiales marcan que el desempleo está en los niveles más altos en 13 años.

«El desempleo está en niveles similares a los que dejó el gobierno anterior. Debería ser más bajo, y probablemente baje a medida que la economía vuelva a crecer. De todas maneras, la cantidad de personas que trabajan sigue creciendo. En nuestra gestión se crearon 1.250.000 puestos de trabajo, incluidos los informales. El aumento del desempleo no se da por una destrucción del empleo sino porque más personas se vuelcan a un mercado laboral que no puede crear la cantidad de puestos necesarios», justificó.

El informe no hace referencias sobre la evolución de la pobreza, aunque dice que parte de la herencia del Gobierno kirchnerista fue «una pobreza estructural altísima». Por la intervención del Indec durante la administración K no existen índices oficiales de los últimos años de Cristina Kirchner, aunque mediciones privadas trataron de reconstruir la serie histórica y determinaron que la pobreza a fines del mandato anterior rondaba el 27%. La última cifra publicada por el organismo estadístico marcó que el 35,4% de la población no llega a cubrir el costo de la canasta básica total.

Con todos esos datos, la Jefatura de Gabinete concluyó que «sabemos que todavía falta mucho, pero este es el camino correcto para tener un país mejor, generando confianza y trabajando a la par del mundo».

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