Por Jorge Capitanich
El gobierno nacional promovió una crisis, recurrió unilateralmente al Fondo Monetario Internacional (FMI) sin consentimiento del Congreso de la Nación para fijar un cepo económico neoliberal irreversible cuyas consecuencias las pagarán las futuras generaciones. El gobierno pretende hacer cómplices a los gobernadores y a la oposición de un ajuste brutal equivalente a 100.000 millones de pesos que implica a las provincias hacerse cargo de la tarifa social de energía (120.000 usuarios), subsidio al transporte público de pasajeros (700 millones de pesos) y la extinción definitiva del Fondo Federal Solidario (FFS) por un monto equivalente a 27000 millones de pesos para 2019 y cuyo impacto en Resistencia alcanza a 140 millones de pesos con el remanente de este año.
Las modificaciones en los tributos que se pretenden aplicar son de dudosa efectividad en materia de recaudación para compensar estas pérdidas que en materia fiscal implica un ajuste de 1,3 por ciento de erogaciones respecto al PIB en concepto de obras públicas y transferencias discrecionales a provincias y municipios para lograr la meta de un equilibrio fiscal operativo (déficit cero) pues el déficit financiero se disparó como consecuencia de haber tomado más de 100.000 millones de dólares de deuda externa para garantizar el mayor saqueo de la historia mediante fuga de capitales, remisión de utilidades de corporaciones multinacionales al exterior, pago a los fondos buitres y demás operaciones de vaciamiento.
Nos dejan una deuda monstruosa que era del 42 por ciento del PIB (11 % deuda externa en moneda extranjera) que pasará a más de 100 % del PIB en moneda extranjera a fin de año. Un escándalo luego de 125.000 millones de dólares de blanqueo y un vaciamiento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) por 19000 millones de dólares en dos años.
PLAN DE EXTERMINIO
Este gobierno ejecutó un plan de exterminio sistemático de derechos en educación, salud, seguridad, justicia y trabajo. Además, con una violación del pacto democrático desde 1983 hasta llegar a este verdadero cepo económico mediante el FMI que será irreversible con nueva convertibilidad o dolarización plena mediante.
El silencio cómplice, la variante prolija del modelo, la tercera vía y la lectura de lo políticamente correcto sirve para la especulación política de corto plazo pero jamás para el reconocimiento y el amor popular. En esta hora aciaga es preciso reconocer este mensaje.