Sáenz Peña. En el marco de las elecciones que se celebrarán este 7 de marzo, aparecen documentos de la década del ’90 que involucran a ex dirigentes como Gregorio Gramajo y Oscar Miranda, quienes son propuestos en una lista acompañando a Raúl Paoli que ostenta el cargo de secretario general.
Gramajo, hoy candidato a ocupar una secretaria en nombre de los jubilados, y Miranda candidato a una secretaria de relaciones con los demás gremios, fueron parte de la conducción de La Bancaria Seccional Sáenz Peña en la década del ’90, dejando al gremio en un estado comprometido a tal punto que la sede gremial de Avellaneda 867 fue objeto de una ejecución judicial por casi 100 mil pesos, por lo que gestiones posteriores tuvieron que acudir a La Bancaria Nacional para saldar esos pasivos y no perder el edificio.
Gregorio Gramajo quien por aquel entonces era secretario general de la Seccional y Oscar Osvaldo Miranda quien se desempeñaba como Secretario de Finanzas firmaron un compromiso con el Banco Almafuerte por un prestamos que jamás se devolvió.
La deuda de capital ascendía a 53.982,65 mientras que los intereses sumaban otros 12.416 pesos. La cifras se inflaron cuando se computaron los intereses punitorios por 6.208 pesos más IVA sobre intereses 3.352,32 y los honorarios de la representante letrada y apoderada de la entidad financiera, la doctora Marta Brugnoli, por 13.214,40 y los gastos de impuesto de justicia, diligencias, y sellos por otros 500. La cifra total a ejecutarse, según el mandamiento judicial era de 89.673,37 por un prestamos que Gramajo y Miranda pidieron al Banco Almafuerte, y que jamás se pagó.
El edificio casi se remató, pero felizmente la casa de todos los bancarios del interior pudo ser retenida por tramites realizados por gestiones posteriores a la de Gramajo, que no sólo casi perdió el edificio sino que también lo dejó en un estado calamitoso, incluso privando a los afiliados de una pileta que se encontraba en el lugar.
Ante la vuelta de Gramajo y Miranda, que son candidatos acompañando a Raúl Paoli, muchos trabajadores memoriosos de aquellos tiempos se preguntan si estas los trabajadores quieren volver a esas administraciones vidriosas. «Hay que preguntarle al trabajador si quiere volver a los embargos y remates. El 7 de marzo no sólo se elije un secretario general, se elije también volver al pasado o seguir trabajando en la recuperación de nuestro gremio», señalan los trabajadores.
