Sáenz Peña. Es así, hay que ir unos cuantos años atrás para visualizar una lucha, no sólo tan combativa sino con niveles de participación como hoy.
Luego de aquel año 1989 y el famoso «Acampe Docente» hubo paros, pero hubo también muchos rompe huelgas y una gran máquina de desprestigio hacia el reclamo docente. Hubo docentes que se hicieron ministros y prometieron cambiarlo todo, y al ocupar el cargo se transformaron en políticos y hasta empresarios, incluso recibiendo denuncias, condenados por el Tribunal de Cuentas, pero puestos luego al frente de entes financieros.
Aquel famoso «Acampe Docente», del que se cumplen 30 años en este próximo 5 de abril, consiguió un punto de inflexión en la lucha inclaudicable por la escuela y la educación públicas y los derechos del conjunto de los trabajadores de la educación.
Baroni en la Gobernación y Alfonsín en la Presidencia. Los docentes en lucha sacan a Chaco de la Pauta Nacional y consiguen un sueldo que cubría las expectativas.
Hoy se aprecia algo similar. Hoy los docentes, la totalidad de los docentes de establecimientos en el interior provincial se fotografían y postean la lucha en las redes. No interesa que haya personajes oscuros como el Regional III que pida abiertamente «apretar a los pelotudos».
La actitud de la docencia fundamenta su fortaleza en principios, en un accionar responsable, serio, coherente, sin dobles discursos.
Este miércoles Rosa Petrovich repasaba las acciones de este paro contundente, y reconocía el doble discurso del Gobierno, al tiempo que se acordaba de aquella inolvidable gesta de 1989. «Ese Acampe de 23 días permitió, no sólo defender la educuación y la escuela, sino también haber logrado uno de los mejores salarios docentes del país «, dijo a LT16.
