Sáenz Peña. La misa de ordenación fue presidida por el obispo diocesano, Hugo Barbaro y acompañaron sacerdotes y fieles de toda la diócesis.
El pasado 17 de agosto, en la Catedral San Roque, un hijo de la ciudad Termal dio un paso importante en su vida: fue consagrado sacerdote de la Diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña. Presidió la Misa el obispo diocesano, Hugo Barbaro y acompañaron sacerdotes y fieles de toda la diócesis.
El obispo hizo alusión a la experiencia de Moisés que acompañó muchos años al pueblo de Israel y como éste necesitó la ayuda de colaboradores para continuar la misión encomendada por Dios. Fueron elegidos 70 hombres maduros y llenos de espíritu para acompañar al Pueblo de Israel.
Más adelante, Jesús llama a un grupo de personas, los apóstoles, y los envía a continuar su misión: «Fueron instrumentos para que la Gracia de los Sacramentos llegue al Pueblo, en particular el de su Cuerpo y de su Sangre, la Eucaristía. Instrumentos lleno de comprensión y caridad a imagen de Cristo, para que a todos llegue el perdón. Hombres que como todo buen pastor reza mucho por su pueblo, intercede ante Dios por sus necesidades espirituales y materiales. Sabe guiarlos por los caminos de la salvación, no con sus ideas, sino desde la fidelidad a las enseñanzas de Cristo».
Dirigiéndose al nuevo sacerdote y haciendo referencia al evangelio de la Misa, Monseñor Barbaro lo animó a servir como Jesús le enseñó a sus discípulos: «No estás llamado a dominar como un poderoso de la tierra, sino a servir como Cristo que no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida por una multitud. Servir siempre, todo el día, donde estés. Servir con cada palabra que sale de tu boca, con cada gesto, ocupándote de todos. Servir con alegría es lo que llena nuestro corazón de sacerdotes».
Entre aplausos y cantos, la comunidad manifestó su alegría por un nuevo sacerdote que se sumará a la intensa labor pastoral en toda la diócesis. El nuevo sacerdote dirigió unas palabras y agradeció a Dios y a todas las personas que formaron parte en el itinerario de preparación en todos estos años. Invitó a los fieles a no de dejar de rezar por él, por todos los sacerdotes y especialmente por las vocaciones.
Los festejos continuaron en el Salón de la Catedral donde los fieles de la Parroquia San Cayetano -en cuya comunidad Javier realiza su servicio pastoral hace dos años- brindaron un ágape fraterno.