Sáenz Peña. En los últimos días de agosto y en los primeros de septiembre se realizaron en la Diócesis diferentes encuentros juveniles donde participó el obispo, Monseñor Hugo Nicolás Barbaro.
Los encuentros estuvieron organizados por los respectivos párrocos y coordinadores juveniles diocesanos.En las diferentes visitas pastorales, el obispo pudo conocer la labor que se realiza en las distintas parroquias con los jóvenes. Escuchó a los referentes y mantuvo extendidas charlas.
Animó particularmente a seguir a Jesús, a ponerlo en el centro de sus vidas, y descubran en la oración que están invitados por Dios a cosas más grandes, que tienen mucho para dar, que sean humildes y reconozcan sus capacidades para servir a los más necesitados.
Les recordó en repetidas ocasiones que es posible un mundo mejor que deben ser protagonistas. Muchos de los chicos han recibido el sacramento de la Confirmación.
Otros eventos juveniles tuvieron lugar en Presidencia Roque Sáenz Peña
Jóvenes de las distintas parroquias participaron de tres días de oración y formación en el Centro de Espiritualidad de dicha localidad. Entre las diferentes actividades, los jóvenes tuvieron la oportunidad de encontrarse con el obispo.
Los jóvenes escucharon con atención sus consejos y manifestaron diversas iniciativas para llevar adelante en sus respectivas parroquias.
El obispo presidió también la Misa en la Catedral San Roque con un grupo de estudiantes universitarios. El obispo señaló la importancia de vivir la etapa de los estudios superiores como ocasión de crecer en la fe y estar atentos al hermano sobretodo formándose bien, para que un día puedan ser buenos profesionales.
Seguidamente continuó un momento fraterno donde, entre otras actividades, formularon un itinerario de encuentros y jornadas donde invitaran a otros estudiantes.Otro evento se realizó en el Seminario Cura Brochero.
Los seminaristas prepararon diferentes actividades de formación, espacios de oración y deporte donde participaron jóvenes de varias parroquias y tuvieron la oportunidad de fortalecer su fe y crecer en aspectos humanas.
El obispo dirigió una meditación, presidió la Santa Misa y estuvo disponible para dialogar con quienes lo deseaban. Los encuentros se realizan mensualmente.
