Sáenz Peña. La Iglesia y la comunidad de Sáenz Peña se pronunciaron ayer “a favor de la vida”. El Obispo de la ciudad, Hugo Barbaro, hizo un fuerte alegato por la vida al recibir a la Virgen Peregrina de Itatí.
Anoche la Diócesis de San Roque al recibir a la Virgen Peregrina de Itati e inaugurar la novena se manifestó “en contra del aborto y a favor de la dos vidas”. Lo hizo el Obispo Hugo Barbaro en la misa vespertina.
La Iglesia y la comunidad de Sáenz Peña se pronunciaron ayer “a favor de la vida” y lo hicieron en marco de la caravana con la Virgen Peregrina de Itati que recorrió varias capillas de la zona rural y luego ingreso a la ciudad para hacer lo propio y llegar luego hasta la Catedral San Roque donde fue recibida por miles de fieles católicos. Un grupo de ellos prepararon un extenso lienzo celeste y pañuelos del mismo color con la frase “salvemos las dos vidas” y “como María al servicio de la vida” para manifestarse en contra del aborto y a favor de las dos vidas.
Posteriormente se realizó una misa encabezada por el Obispo de la ciudad, Hugo Barbaro, quien hizo un fuerte alegato por la vida al recibir a la Virgen Peregrina de Itatí.
“AMEMOS LA VIDA DESDE EL MOMENTO DE LA CONCEPCIÓN”
“Vamos a pedir a la Virgen María en la advocación de la Virgen de Itatí que ilumine la mente de los argentinos para que amemos la vida desde el momento de la concepción , se trata de un tema que no es simplemente religioso , la vida que comienza dentro de una mujer es humana, lo dice la ciencia y lo dice la lógica realista”, comenzó diciendo monseñor Barbaro al señalar que “frente a un embarazo las sagradas escrituras no hacen más que confirmar ese razonamiento humano, al decir que el hijo de Dios se hizo carme en ese instante de la concepción, en ese momento en que la Virgen María recibe la noticia del Ángel ya estaba Dios entre nosotros protegido en las entrañas purísimas de la Virgen Santa María”.
Recordó el obispo a los fieles católicos que “la madre de Dios es modelo de amor a esa vida que comenzó a existir en ella y amor a toda vida que incluye, la tuya la mía, la de todo niño por nacer”, por eso pidió que “el ser humano se acerque a Cristo, porque es acercarse a la luz que ilumina todo error en el razonamiento de nosotros los seres humanos, significa acercarse a Cristo, a esa gracia”.
En su homilía durante la misa vespertina del 9 de julio y ante la imagen de la Virgen Peregrina de Itatí el Obispo Hugo Barbaro dijo que “detrás de todo desprecio de la vida humana se encierra una cuestión de amor, amar al que empieza a existir aunque a veces no se lo espere o surja complicaciones, amar a quien está enfermo, que necesita auxilio, atención, amar al que queda desamparado, todo niño, anciano, son siempre invitaciones a cambiar de planes, nos complica la vida, la vida humana”
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“ES HUMANAMENTE MONSTRUOSO PODER DESTRUIR AL NO NACIDO”
Monseñor Barbaro pidió que se rece por los argentinos, muy en concreto por quienes legislan, para que tengan la fortaleza de defender la verdad y el bien. “Un pez no puede vivir en una pecera envenenada, tampoco podemos vivir en un mundo con leyes que eliminan a seres humanos, porque no me sirven, porque me molestan, es humanamente monstruoso, poder destruir al no nacido, al que llega enfermo o a un anciano desvalido o a un enfermo terminal”, sostuvo.
Monseñor Barbaro dijo que hay que ayudar a toda mujer embarazada, “aunque surjan situaciones dramáticas que pueden desesperar a alguna de ellas” y recordó que “la virgen también sufrió y de algún modo ese sufrimiento encierra los sufrimientos de embarazadas en situaciones difíciles, María las entiende mejor que nadie y nos pide que las ayudemos que la hagamos sentir que Dios las amas y la ayudemos a amar a la vida que llevan dentro a que tengan esperanzas. Tenemos que salir de la auto referencialidad, de mirar desde lo que nos conviene”. Señaló además que “los problemas se pueden resolver y no permitir que el mal infecte las decisiones, en este caso la destrucción de la vida por nacer. Recemos para que se legisle desde una mirada generosa pensando en el verdadero bien de la sociedad que no permita nada inhumano, injusto, que la Virgen no permita nada inhumano en nuestro país, que libere a todos del esclavismos, de la ceguera mental del egoísmo de la cultura de la muerte y que triunfe la cultura de la vida”.
Por ultimo Monseñor Barbaro pidió que “Dios guie los pensamientos y las decisiones, que se defienda la vida y que llene de luz y felicidad a todas las madres, que les de fortaleza y esperanza sobre todo a aquellos cuya maternidad supone un desafío”.