Resistencia. En la puja por el poder político, Domingo Peppo buscó dejar en claro que el arco trabajador lo apoya. Y presentó a Graciela Aranda, que se adueñó del sello de la CGT, como precandidata a diputada nacional. La sindicalista está acusada e investigada por estafar a 100 familias.
Parece que el Gobernador tiene imán para pegarse a quienes tienen problemas con la Justicia. Del grupete liderado por su ex mano derecha Horacio Rey hasta ahora su ex ministra de Salud Mariel Crespo. Pero ahora en su pulseada cruda contra Capitanich por el manejo del poder político partidario, y la caja, Peppo sumó a la titular de la CGT Resistencia como precandidata a diputada nacional por la Lista 501 “Celeste y Blanca”.
Aranda tiene un discurso de reivindicación del movimiento obrero aunque como todo sindicalista lo de obrero solo es un eslogan. Pero quien es Graciela Aranda?
En septiembre de 2017 en la Fiscalía N° 1 a cargo de Liliana Lupi denunciaron a Graciela Aranda, secretaria General del Sindicato de Empleados Judiciales del Chaco, junto a su alfil saenzpeñense Miguel Ramos y otro sindicalista, por supuesta estafa contra unas 100 familias que compraron terrenos donde se iban a construir viviendas.
Aranda y una fundación que ella misma preside comercializó los terrenos a precios de mercado, pero los compro a muy bajo costo, e incluso los habría vendido sin haberlos comprado, es decir vendió lo que inicialmente no tenía. Y para más según consta en la denuncia “jamás se aprobó el proyecto de viviendas y mucho menos se llamó a licitación para la construcción del mismo”.
Los damnificados a tantos años de esa operatoria que ocurrió en 2015 se encuentran sin viviendas, sin terrenos, sin dinero, “totalmente desfinanciados y con nuestros ahorros en manos de estos personajes, quienes utilizaron las instituciones en el marco de sus representaciones para influenciar, para engañar y para determinar la voluntad con maniobras ardidosas, generando un gran perjuicio patrimonial”, señala la denuncia contra Graciela Aranda la candidata de Peppo.
La fiscal por su parte, adicta a los grandes titulares en casos por estafas, no trató este tema como sí lo hizo con otro en que estaban involucrados abogados.
