Resistencia. Hablan de aumento de los insumos y que los “bajos” monto abonados complica a los profesionales. Ni un análisis sobre el «robo» a los afiliados mediante el Plus.
El cobro del Plus, que muchas veces iguala al valor real de la consulta o prestación, y otras lo supera, es un gigantesco negocio en el que todo el mundo toma partida, desde los sanatorios,las obras sociales que miran para otro lado, los médicos que facturan en negro, y las corporaciones que buscan justificarlo.
Ayer martes el Foro de Prestadores de la Salud que integra una amplia gama de profesionales y entidades que los nuclean expusieron la «crítica» situación que atraviesan ante la escalada de precios de los insumos y los bajos aranceles que abona la obra social estatal. Piden una audiencia ‘urgente‘ con el gobernador de la provincia, Domingo Peppo.
Mencionaron que l sector sufre un impacto muy fuerte, fundamentalmente en lo que respecta a la devaluación ya que los insumos hospitalarios y los que utilizan algunas especialidades y profesiones como bioquímicos o anatomopatólogos son importados.
También remarcaron la existencia de altos costos laborales sumado a la alta presión impositiva. reconocen que el Insssep tiene prácticamente el 70% de la facturación de los médicos de la provincia, es decir que, mayoritariamente los médicos trabajan gracias al aporte de los estatales chaqueños.
Dicen haber sido «muy colaborativos» pero que están hoy «por debajo de los límites tolerables».
Mencionan entre otras cosas que la consulta de Insssep supera levemente los 200 pesos, cuando están firmando entre 400 y 500 pesos con el resto de las obras sociales.
En una parte también hacen mención a las responsabilidades. «Una consulta implica un acto de suma responsabilidad para el profesional de la salud, y esto hay que valorarlo en toda su dimensión», dijeron.
Este año, antes del receso invernal desde el Insssep insistió con la modificación de la ley que prohíbe el Plus médico para así sancionar a entidades que nuclean a los profesionales.Pero la obra social solo se pasa en amagues, y busca que sea el afiliado quien se transforme en punta de lanza. En Chaco hay una ley que lo prohíbe y establece la existencia de inspectores, los que cobran jugosos sueldos pero no auditan nada.
Los reclamos de los prestadores exponiendo la devaluación son justos, pero por otra parte nada dicen de la practica descarada y delictiva de cobrar, sin facturar, totalmente en negro, adicionales que terminan siendo un condicionante para que el paciente reciba atención.
