Sáenz Peña. Las actividades se concretaron desde el 11 al 22 de enero, impulsada por el obispo, monseñor Hugo Barbaro, y acompañada por el rector del Seminario Diocesano Cura Brochero, presbítero Tomás Gallarato y el diácono Daniel Segovia.
Seminaristas y jóvenes de la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña se dirigieron a la comunidad de Misión Nueva Pompeya. Esta iniciativa misionera, impulsada por el obispo, monseñor Hugo Barbaro, y acompañada por el rector del Seminario Diocesano Cura Brochero, presbítero Tomás Gallarato y el diácono Daniel Segovia, se desarrolló desde el 11 al 22 de enero.
Con no pocas dificultadessea por las lluvias, las distancias -casi 300 kilómetros de la sede diocesana- y por caminosde tierra, los jóvenes entraron al monte chaqueño y residieron en el antiguo convento franciscano, recuerdo de las primeras misiones en esa zona donde residen mayormente comunidades aborígenes de la etnia Wichi.
Durante cada mañana iniciaban con un momento de oración y la Santa Misa. Seguidamente se dirigían a visitar las familias. Luego de presentarse, de conocer las personas, se compartía una breve catequesis e invitaban a un retiro espiritual abierto.
Por la tarde, los misioneros, luego de compartir un momento de formación pastoral, recibían a las personas que se acercaban a la capilla para el retiro. Tanto el padre Tomás como el diácono Daniel desarrollaron un itinerario de temas que ayudó a los presentes a vivir un experiencia fuerte del amor de Dios y de compromiso cristiano. Durante todos los días, tanto los jóvenes como los adultos, pudieron acercarse para hablar con el sacerdote y recibir el sacramento de la Reconciliación.
Con mucha intensidad se vivió también el último día de misión donde tuvo lugar la celebración eucarística con toda la comunidad y se realizaron varios bautismos. Los misioneros mostraban mucho entusiasmo y alegría y destacaron que era la primera vez que vivían esta experiencia de misión ya que la mayoría proviene de grandes localidades. Otros destacaron que se conmovieron por las necesidades tanto espirituales como materiales que padece esa gente y los desafíos que presentan esas zonas sea las largas distanciasque deben recorrer para llegar a los grandes centros de salud, la precariedad de los medios de transporte, como la falta de comunicación.
Un trabajo intenso, junto a los sacerdotes, vienen realizando los Hermanos Maristas, con tareas de promoción humana, educación y misión; también en los últimos años se sumaron las Religiosas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena que desarrollan tareas de promoción de la mujer aborigen, además de otros apostolados sea en el pueblo como en los parajes.
Cabe destacar que los jóvenes que participaron de la Misión son varones que mensualmente participan de encuentros vocacionales que se desarrollan en el Seminario Diocesano Cura Brochero de Sáenz Peña, en calle 313 –Barrio Monseñor De Carlo-. El próximo encuentro – misión está previsto para el 11 de febrero.