Sáenz Peña. Con un hospital casi colapsado por las faltantes permanentes, algunas voces en los pasillos aseguran que quien hoy está al frente del nosocomio habría admitido su intención de querer pulsear dentro de la interna pejotista termaleña.
Algunos aseguran que el Hospital 4 de Junio, un gigante impresionante devenido en un cascaron sin resultados y repleto de problemas, se ha transformado desde hace tiempo en una suerte de nicho de oportunismo político, incluso dando lugar a negociaciones mercantilistas donde el recalar en cargos provinciales, como sucedió con alguna ex directiva que dejó muchos interrogantes en la ciudad, es moneda corriente.
El Hospital se hunde en atenciones deficitarias, faltantes permanentes de profesionales (la Guardia de Emergencia es el espejo del canto de sirena que el Gobierno destila para maquillar lo innegable) desabastecimientos productos primarios y en algunos casos malas atenciones o internas sectoriales de grupos que pulsean poder para acomodar parientes y mejorar sus propias situaciones. En tanto la gente carente de recursos, que no tiene otra opción que recurrir para su asistencia cotidianamente, debe seguir lidiando con problemas crónicos que tanto el Gobierno como el propio Peppo e incluso el actual director Rolando Gauna prometieron solucionar. Todos mintieron.
Ahora, mientras la situación general del Hospital es cada vez más decadente, hay quienes lejos de solucionar problemas se aferran a sus mezquindades y apetencias personales buscando un trampolín para bucear en la arena política partidaria.
«Hace unas semanas aca aparecieron unos panfletos que rezaban ROLANDO GAUNA INTENDENTE», dicen en los pasillos los mismos empleados, y aseguran que el actual director, desde que estaba en Zona Sanitaria, ha enrolado un grupo de personas para que lo sigan y busquen mediante acciones dejanrlo como negociador – solucionador de problemas, pero los problemas a diario lo superan.
«Hay algunas personas que activas situaciones que no son reales solo para que el Director aparezca como quien se lleve los laureles», dicen en los pasillos, y desde las filas del Peronismo local desde donde el enojo se agiganta, aseguran que el enfermero oriundo de Las Garcitas busca cierta bendición del Gobierno para plantarse como alternativa de caras a las internas del PJ local en la disputa por quien sera el candidato a intendente.
Dejar de lado las acciones netamente administrativas y de gestión para que semejante estructura hospitalaria funcione al menos ante los mínimos requerimientos de la comunidad ha generado en la gran familia hospitalaria, los mas de mil empleados, un marcado malestar generalizado. Pero ese malestar también llega a estructuras partidarias, desde donde históricos dirigentes políticos, que ya vienen diferenciándose de la gestión Peppista, habrían puesto fecha para reunirse con el Gobernador y el ministro de Salud para proponer una renovación de la cúpula directiva.