Resistencia. Explicó la situación económica de la provincia, dijo que no puede evitar pagar la deuda en dólares de Domingo Peppo y renegociada por Jorge Capitanich. Y al hablar de los gremialistas fue muy crítico, y los diferenció de los docentes frente al aula.
El gobernador del Chaco, Leandro Zdero, aclaró esta mañana que la suspensión del pago de la cláusula gatillo a docentes, que generó tensiones con los gremios, es solo «una pausa» necesaria para priorizar el pago de deudas y asegurar los salarios de toda la administración pública.
Zdero marcó una clara diferencia entre los docentes y los gremialistas. «No quiero poner a los docentes en el medio. Los gremios tienen que justificar sus tareas de no hacer nada, de ganar un sueldo sin trabajar, de no agarrar una tiza hace 30 años y de caminar la Sarmiento todos los días», criticó.
«Ahora van a tener trabajo, porque están insinuando el paro, que es lo único que hacen. En 30 años, nunca escuché a un gremialista discutir sobre calidad educativa, algo que con los docentes estamos abordando. Con ellos hablamos de capacitación, porque el ministerio y la ministra tienen vocación y encontramos voluntad de cambio en los docentes», afirmó.
«Dividamos esto. Tengo un gran respeto por los docentes, pero mi valoración por los gremialistas no es positiva», dijo firmemente.
A los docentes
Sobre los docentes, Zdero destacó su compromiso: «Quiero a los docentes mejor pagos. Quiero salir de esta idea de que seamos siempre los últimos en calidad educativa. Incentivar al docente, como veníamos haciendo, con beneficios. Ese era el camino». El gobernador, cuya familia tiene raíces en la docencia, recordó que su gestión priorizó aumentos significativos: «Dimos aumentos del 53% en enero, luego del 51%, y llegamos casi al 230%. Esto nos permitió pasar del puesto 21 o 18 al 6 en el país, algo que otros gobernadores cuestionaron».
Sin embargo, reconoció que actualmente no puede brindar el apoyo deseado a los docentes debido a las limitaciones financieras. «Prioricé la cláusula gatillo en lugar de hacer obras, pero hoy el 100% de la coparticipación se va en sueldos. Debo gobernar para todos, no puedo dar un aumento a un sector y comprometer los salarios de toda la administración pública. Necesito seguir comprando medicamentos para hospitales y patrullando la provincia», explicó. Admitió que la postergación de aumentos «duele», pero advirtió que no pagar los sueldos sería aún peor.
Deudas
En una entrevista, Zdero explicó que en agosto la provincia debe abonar 40 millones de dólares de una deuda de 320 millones heredada de la gestión de Domingo Peppo y renegociada varias veces por Jorge Capitanich.
La provincia enfrenta una situación crítica, ya que el 100% de los ingresos por coparticipación se destina a la masa salarial, lo que obligó a establecer prioridades de pago. «Imagínense lo que podríamos hacer en obra pública con el dinero de la deuda, no solo dar aumentos, sino también incentivos para la radicación de industrias, que es el giro que buscamos para no depender solo de lo que llega de Buenos Aires», expresó Zdero. «Son momentos difíciles, de esta deuda no puedo escapar, la tengo que pagar . No vine a decir lo que la gente quiere escuchar; vine a hacer lo que el Chaco necesita para salir adelante», agregó, comparando la situación con las responsabilidades financieras de cualquier ciudadano.