Buenos Aires. El mercado observa con sorpresa el evidente contraste que se abrió esta semana entre la evaluación que los inversores extranjeros parecen hacer de la crisis argentina (y las recetas a que apela el Gobierno para tratar de superarla) y la creciente desconfianza que se mantiene a nivel doméstico, y se expresa en la sostenida carrera alcista del dólar.
El mercado observa con sorpresa el evidente contraste que se abrió esta semana entre la evaluación que los inversores extranjeros parecen hacer de la crisis argentina (y las recetas a que apela el Gobierno para tratar de superarla) y la creciente desconfianza que se mantiene a nivel doméstico, y se expresa en la sostenida carrera alcista del dólar.
Esto se hizo visible por el sostenido retroceso que, en las últimas 4 ruedas, ensayó la tasa de riesgo país al caer de 745 a 667 puntos en ese lapso, es decir, un 10,5 por ciento. Esa baja se confirmó ayer con un nuevo descenso de 34 puntos (4,9%), confirmando de este modo que tienden a disiparse los temores a una posible nueva crisis de deuda, provocada por el ciclo recesivo en que se volvió a sumergir la economía.
«Los bonos en dólares cerraron con subas de US$1,5 en promedio. La semana mostró consistente demanda y dejó subas de 5% en el tramo largo y 3,5% en el medio de la curva», observó Sebastián Cisa, jefe de la mesa de operaciones del Grupo SBS.
«La recuperación de paridades por parte de los bonos en dólares, en especial para los de duration más prolongada, es una noticia alentadora. Entendemos que, en la medida que se logre la aprobación del presupuesto 2019 y una adecuación favorable en el acuerdo con el FMI , el potencial de recuperación de los bonos sería aún mayor» evaluó por su parte la consultora VatNet, que dirige el analista Roberto Drimer.
Señales alentadoras
«El acercamiento entre el gobierno nacional y los gobernadores despertó una mayor demanda principalmente de inversores del exterior, que buscan rápidamente aprovechar el excesivo castigo que venían sufriendo en los últimos tiempos», interpretó por su parte Gustavo Ber, economista titular de la consultora Estudio Ber.
Las mejoras entre los bonos fueron del 2% promedio entre los que vencen a mediano y largo plazo. Pero hubo casos en los que llegaron al 4% (Global 2037), aunque se trata de títulos que venían algo desarbitrados. «La suba fue fuerte y aun con el dólar mayorista arañando los $40. Da la impresión de que el dinero grande sabe algo», alertó a su vez Miguel Boggiano, de Carta Financiera.
«Creo que más importante que la suba de precios es la mejora en la liquidez: ya hay operaciones e interés de compra por montos más grandes que antes de la última oleada de ventas. Esto muestra que el mercado ya se ha regularizado bastante y hay creciente apetito por bonos argentinos», según juzgó el analista Mauro Roca.