Sáenz Peña. La frase desnuda la actualidad justicialistas. Todos persiguiendo una candidatura, todos con la receta mágica. No hay indicios de construcción de un programa.
Un asado hace unos días en casa de un dirigente peronista tuvo la intención de ir descubriendo el camino para encarar el 2019 en la ciudad, pero nuevamente los comensales acudieron con actitudes firmes y aparentemente según una fuente «nadie quiere bajarse del caballo». Y muchos pusieron el caballo delante del carro.
«Nos juntamos en un asado, eramos unos 11, pero al menos 6 decían ser candidatos», dijo la fuente.
Entre los que compartieron la mesa había varios funcionarios provinciales. Todos piden el apoyo del otro, nadie depone actitud. Todos creen ser la salvación del Peronismo local y todos usufructuan cargos y recursos públicos para «hacer campaña».
El tema es que ninguno de los»potenciales» candidatos piensa en la formulación o confección de un programa armado y pensado en las necesidades de la gente. El Peronismo debe superar el «divorcio» con el pueblo, pero esa instancia no se puede hacer solo hablando mal de la gestión de Macri o Cipolini.
El saenzpeñense quiere saber sobre los funcionarios acusados por la Justicia y hoy presos, todos cercanos al Gobernador. Por el manejo de dineros estatales para mayores contrataciones políticas en el Estado y trabajadores que mendigan un mejor salario y solo consiguen un 10% en cuotas. La política incomprensible de Secheep de cortar el servicio a los usuarios domiciliarios mientras empresas y «amigos» políticos deben exorbitantes sumas, y ni hablar de la falta de medición del consumo que se hace a «ojo de buen cubero».
«No podemos salir a hacer campaña así,si golpeas la puerta de un compañero y este te putea porque ve como muchos se salvan solos», dijo el militante.