Buenos Aires. El pedido lo hizo público el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), Gabriel Bornoroni, tras evaluar los números oficiales del Ministerio de Desarrollo productivo a cargo de Matías Kulfas, en el que se detalla la caída estrepitosa de la venta de combustibles en la cuarentena.
Los cálculos del Gobierno nacional no dejan lugar a dudas sobre la situación crítica de las empresas de conducción familiar, y particularmente en el caso de las Estaciones de Servicio, arrojan datos inéditos para la historia del sector.
Como lo muestra un análisis de los primeros meses del año, las naftas cayeron entre marzo y mayo un promedio del 60 por ciento en el volumen de litros vendidos; y, por su parte, el gasoil, un balance cercano al 41 por ciento, que fue mejorando a causa de que los camiones de carga siguieron trabajando normalmente.
“El Gobierno nacional, al igual que los mandatarios provinciales y municipales, han efectuado un esfuerzo enorme que fue valorado por todos nosotros, para ayudar a toda la cadena económica y del trabajo”, admitió.
Pero aseguró que “a pesar de ello, estas iniciativas no alcanzan y no son suficientes para el sostenimiento de las PyMES que después son las que pagan impuestos, para generar los recursos con los que el Estado ayuda luego a los sectores más necesitados”.
Bornoroni agregó que “en definitiva, la ayuda es un círculo virtuoso que se vería reforzado si se anulan por seis meses, todas las cargas impositivas, para que podamos salir fortalecidos de la crisis sanitaria y solamente pensar en pagar los sueldos del equipo de trabajo para direccionar los objetivos hacia la reactivación plena”.
Descontó finalmente que si se implementa esta iniciativa de carácter extremadamente inédita, será posible que las empresas puedan luego, ser el motor de la recuperación también del Estado para que tanto los gobiernos nacionales, provinciales y municipales, puedan llevar adelante un plan de contingencia hacia los ciudadanos y actividades que hayan quedado más rezagadas por efectos de la cuarentena.