Sáenz Peña. Daniel Ramos, hoy conocido como el «Doctor Amor» o «El Picaflor», desoye a la Justicia cuando esta toma determinaciones ante su incumplimiento respecto del aislamiento.
Luego de que la justicia ordenara la detención del doctor Daniel Ramos por violar la cuarentena en varias oportunidades, el hombre fue esposado a la cama del sanatorio privado donde se encuentra internado tras ser diagnosticado con COVID-19.
El juez federal de Sáenz Peña Miguel Aranda informó a Diario Chaco que esta mañana Ramos fue esposado a la cama que ocupa en un sanatorio privado luego de que ayer recibiera el alta médica en la UME de Sáenz Peña y evadiera la guardia de Gendarmería que lo custodiaba para detenerlo una vez que se retirara del establecimiento sanitario.
Aranda explicó que la medida se tomó ya que ayer, “cuando se quiso hacer la detención en la UME, esta persona evadió al personal de la Gendarmería Nacional y se dirigió a su domicilio en un vehículo particular. Ya en su domicilio, la fuerza no lo pudo detener porque para eso necesitan una orden de allanamiento”.
“Hoy, a la mañana, nos encontramos con la novedad de que se había trasladado en una ambulancia hacia un sanatorio local. A partir de eso, y de solicitudes que nos están entrando desde el Ministerio Público, se decidió que esta persona sea esposada a la cama atento a que no es muy propenso a cumplir con las disposiciones ni de la ley ni de tribunales”, sostuvo el magistrado sobre la decisión tomada este jueves.
Además, aclaró que “la internación y la orden de detención se dieron en forma paralela: nosotros habíamos ordenado la detención y en ese momento nos enteramos que estaba internado”. Y detalló que desde el martes Ramos “tenía custodia de las fuerzas federales, pero no podían estar dentro del nosocomio, se quedaron afuera y él (por Ramso) salió por un acceso diferente”.
Cabe recordar que la denuncia que originó la orden detención está relacionada con una presentación de fecha 31 de julio que realizó personal de la Guardia Sanitaria del Municipio por incumplir las normas de prevención vigentes, ya que el médico violó la cuarentena en varias oportunidades para visitar a su pareja en otra localidad y para ver a sus hijos.
Los agentes municipales en su denuncia habían pedido que “se frene este raid de posible dispersión de virus en la ciudad y ciudades aledañas, así como también en los pacientes de este galeno que pudieran ser probablemente contagiados o expuestos al virus, sorprendidos en su buena fe”.