Buenos Aires. La Conferencia Episcopal criticó el inminente tratamiento de la iniciativa a nivel Parlamentario. Recordaron que el Gobierno debe velar por el cuidado de la vida humana, como lo hace ahora ante la pandemia, y llamaron a la “prudencia política para no desalentar la unidad”.
La Iglesia Argentina criticó el inminente tratamiento Parlamentario del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que impulsa el Gobierno y alertó que “no cuidar todas las vidas sería una falta gravísima del Estado” . Los obispos llamaron además a la “prudencia política para no desalentar la unidad” en estos momentos de pandemia.
En un duro comunicado, la Iglesia volvió a rechazar la iniciativa oficial. “Las últimas noticias sobre la inminente introducción del proyecto de Ley de aborto al Congreso Nacional nos sorprenden tristemente porque desalientan la búsqueda del encuentro fraterno e imprescindible entre los argentinos”.
Según los obispos, el proyecto “oscurece gravemente el horizonte que nos propone el Papa Francisco en su reciente Encíclica Fratelli tutti: abrir el corazón ante un mundo que rompe en pedazos los sueños y se encierra detrás de una mirada egoísta y excluyente, porque ‘en el fondo no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si ‘todavía no son útiles’ –como los no nacidos-, o si ‘ya no sirven’- como los ancianos’”.
En tal sentido, recordaron que “así como la dignidad de la vida y la promoción de los derechos humanos son conceptos centrales en una agenda auténticamente democrática, la situación general de la Salud Pública, planteada por esta dolorosa coyuntura, hace insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir una ley de estas características”.
“La pandemia nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la “salud pública” es decir, el cuidado de la vida humana. No cuidar todas las vidas, toda la Vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes”, enfatizaron.
Finalmente, los obispos llamaron a “la prudencia política para no desalentar la búsqueda de la máxima unidad posible en un cuerpo social herido por los desencuentros entre argentinos”.
El documento, que lleva la firma de Monseñor Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Cardenal Mario Poli, Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, y Monseñor Carlos Malfa, obispo de Chascomús, surge luego de que se conociera esta semana que el presidente Alberto Fernández tiene decidido presentar el proyecto en los próximos días y debatirlo en sesiones remotas.