El compositor mexicano, Armando Manzanero, murió la madrugada de este lunes a los 85 años, víctima de un paro cardíaco y luego de sufrir complicaciones por COVID-19.
“Yo tengo que lamentar mucho, porque me están informando del fallecimiento de don Armando Manzanero”, declaró este lunes, en su habitual conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“Lamento mucho su fallecimiento. Además un gran compositor… Le enviamos a sus familiares, amigos, a los artistas, a todos los cantautores nuestro pésame, nuestro abrazo, por esta pérdida tan lamentable para el mundo artístico y para México”. En ese momento el presidente dijo que ya no quería seguir con su rueda de prensa diaria de este lunes, misma que finalizó con “Adoro”, un tema de Armando Manzanero.
Además, diversos medios nacionales mexicanos y de otros países latinos señalaron que fue la manager del compositor, Laura Blum, quien confirmó el deceso.
Siguiendo el protocolo, el cantautor se resguardó en su casa donde le dieron todos los cuidados necesarios como un concentrador de oxígeno propio. Ningún otro miembro de su familia está contagiado, por lo que no se explicaban cómo contrajo el virus.
Armando Manzanero fue intubado luego de haber sufrido agotamiento físico, el propio compositor accedió a que se le realizara este procedimiento, luego de que los doctores le explicaran su estado de salud.
El presidente López Obrador también recordó al maestro Manzanero con una anécdota que, resaltó, demostró la conciencia social que también tenía el compositor.
“No se me va a olvidar cuando en una entrevista declaró de que lo habían contratado para amenizar una boda de un político de un país centroamericano, un país pobre, y el que se casaba era un presidente… y era todo lujo y extravagancia en la fiesta. Y él declaró que lo habían contratado y tenía que cantar, pero que lo estaba haciendo en contra de su voluntad, porque consideraba de que era algo humillante para el pueblo, que tenía a ese presidente, el que se estuviera haciendo esa fiesta ostentosa de tanto lujo. Que no sabía de qué se trataba, pensaba que era una fiesta normal… Entonces cuando leí esa entrevista percibí, cómo nunca, que Armando Manzanero era un hombre sensible, un hombre del pueblo”.