Sáenz Peña. El abogado Eric Rebollo miraba fijamente al padre del fallecido José Ponce cuando éste narraba su dolor ante el Tribunal en el juicio. Luego antes de finalizar la jornada Rebollo acusó a los medios, habló de la invasión del carril y minimizó que iba a alta velocidad y borracho.
En la Cámara Segunda en lo Criminal de Sáenz Peña continua el juicio que le sigue al abogado Erick Rebollo, que en estado de ebriedad y alta velocidad atropelló a José Ponce, que murió horas después, en un hecho ocurrido en septiembre del año 2018.
Cuatro testigos se presentaron a declarar este martes, dos de ellos propuestos por la defensa de Rebollo. Además, prestó declaración el padre del motociclista fallecido y el encargado de la base de remises ubicado en la zona del accidente.
Desgarrador fue el testimonio del padre del motociclista, Hugo Alberto Ponce, quien durante toda su exposición se quebró al punto de llorar ante el Tribunal y las partes. Rebollo en actitud desafiante lo miraba fijamente y jamás demostró un dejo de culpa o arrepentimiento por lo sucedido.
Finalizada la deposición de los testigos, el imputado Erick Rebollo pidió ampliar su declaración realizada el pasado 15 de marzo. «Pido ampliar mi declaración por algunas versiones que no son ciertas», comenzó diciendo Rebollo, agregando que cada vez que viene al juico le toca «aclarar varias cuestiones».
«La disposición final de la camioneta la dispongo yo. Debajo de mi camioneta no quedo ningún cuerpo», aclaró y sostuvo: «Todo lo sucedido quedó grabado en las cámaras de seguridad. No agredí a nadie, tengo mi forma de ser y esa no es una cuestión de análisis».
«Lamentablemente se mintió. Jamás, jamás insulté a una persona que agonizaba, esas personas estaban por restablecerse», insistió en varias oportunidades y luego repartió culpas hacia «los medios de comunicación y la sociedad».
Para cerrar, se defendió: «La casual del accidente fue la invasión del carril por parte del motociclista. La maniobra del motociclista es lo que desencadena el hecho».
Llamativamente Rebollo y también la testimonial del perito apuntaron a la invasión del carril y minimizaron que el abogado, que en ese momento estaba contratado en el Municipio en el área de Secretaría Técnica y Legal, iba a alta velocidad y según el test de alcoholemia estaba borracho.