26 noviembre, 2024

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Mons. Croxatto: «El Espíritu Santo nos hace romper los muros y las barreras»

Neuquén. El Obispo llamó a dejar que el Espíritu Santo se haga presente en los corazones para «formar un pueblo nuevo que rompe fronteras, que rompe los muros».

El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, presidió la misa que por la fiesta de Pentecostés, en la que señaló que este “es un día de gozo de la paz, la fraternidad, la esperanza y el amor porque Cristo, que pagó por todos nosotros y entregó su vida para darnos esa vida nueva, para que esa vida sea eficaz necesitamos al Espíritu Santo».

“Solamente el Espíritu Santo derramado en nuestros corazones hace posible esa vida nueva en cada uno de nosotros. Sin el Espíritu Santo en nosotros la muerte y la resurrección de Jesús queda anulada, sin el Espíritu Santo no hay esa vida nueva, sino que seguimos atados a la vida vieja, atados a nuestro corazón duro, egoísta, triste, que se llena de envidia, ese corazón que no mira con un futuro posible de renovación de nuestra vida”, continuó.

En cambio, diferenció, “quien recibe el Espíritu Santo, quien se abre para recibir este don profundo de Dios, esta fuerza del Espíritu divino, la luz llena nuestros corazones, nuestra inteligencia, nos hace mirar distinto, entrar en el misterio de Jesús, de comprenderlo a Jesús”.

“Esa vida, esa fuerza del Espíritu gana nuestro corazón, ese Espíritu de construir con otros, sentimos esa fuerza, ese bien común que tanto necesitamos, pero necesitamos la gracia del Espíritu”, agregó.

Asimismo, el obispo de Neuquén señaló que “hoy podemos decir también que en este día nace la Iglesia, pero no cualquier Iglesia, nace esta Iglesia católica porque el Espíritu Santo se derramó en el corazón de los apóstoles y derramándose en esos corazones se llenó de amor y de un anuncio de Buena Noticia para todos, por eso salieron sin temor y empezaron a hablar en lenguas diferentes”.

“El Espíritu se hace presente y se hace presente para formar un pueblo nuevo que rompe las fronteras, que rompe los muros. Cuando el Espíritu está en nosotros nos hace romper los muros y las barreras”, subrayó.

Sobre el final de su reflexión, monseñor Croxatto expresó: “Qué lindo es pedirle a Jesús con humildad que sople sobre nosotros hoy su espíritu que renueva, que sana el corazón, que nos reconcilia, que nos traiga la paz, ese deseo profundo de fraternidad, de respeto, de valoración al otro que está cerca y aquel que se me cruza todos los días de mi vida”.

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