Sáenz Peña. El próximo 3 de noviembre, por orden judicial, rematarán una desmotadora Hardwicke Etter 80 con base de $9.671.200 y otra Continental 141 con base de 90 millones de pesos. Sigue el ciclo de hundimiento de las cooperativas que hicieron grande al Chaco, pero llamativamente no se ha sabido que quienes estuvieron en las gerencias o en las mesas de las conducciones hayan quebrado como las entidades.
Según el edicto, a las 10, en la esquina de la calle 12 y 19 del Ensanche Sur, deberán convocarse quienes quieran comprar lo que fuera el corazón de la cooperativa: las desmotadoras. La subasta se realizará en el viejo edificio que albergó a una de las entidades asociativas más grandes del país. Un dato no menor es que, si bien arrastrada por vaivenes de la economía de fines de los ’90 y la crisis del 2001, las que terminaron en bancarrota y desguazadas fueron las cooperativas, pero ningún dirigente (directivo o gerente, incluso de los que fueron funcionarios gubernamentales) tuvieron problemas económicos ni fueron alcanzados por esas dificultades. En conclusión, cooperativas quebradas y dirigentes sin problemas económicos.
La convocatoria al remate de bienes lo hace María Laura Praxedis Zovak, jueza del Civil y Comercial 2 de Sáenz Peña, en autos caratulados «Cooperativa Agropecuaria La Unión Limitada sobre concurso preventivo – hoy quiebra».
El martillo en ese viernes 3 estará a cargo de Walter Ygnacio Carrizo y podrá presentarse a ofrecer cualquier ciudadano dispuesto a pagar las bases con las que saldrán a remate dos desmotadoras. Si ninguno ofrece con las bases establecidas por la convocatoria se reducirá el valor estipulado en un 25 % y de continuar sin ofertas la venta se realizará sin limitación de precio.
Si bien la base para ambos equipos ronda los 100 millones, es sabido y ya sucedió con otras entidades, no hay oferentes hasta que el valor se reduzca al mínimo o las ofertas no deban respetar piso alguno.