Rusia. De cuento lo de Cristian Pavón. Se sacó «el balde de la cabeza», como contó en la previa, reconociendo que a su estilo vertiginoso de juego le había agregado algo de pausa para pensar qué hacer en velocidad y para hasta hacer una pausa. Cuando fue convocado por primera vez, dijo que «sueño con un pase de Messi» en la Selección, y mismo en Moscú decía que le daba vergüenza pedirle un autógrafo al 10. Y el deseo se le dio un tiempo récord: entró a los 78 minutos con el 0-0 en Moscú y en su primera jugada (a los 85′) tocó de primera con el 10 y picó justamente con un pase de Leo, por la derecha, en un offside fino que el árbitro dejó pasar.
Y el final de esa jugada, típica en el wing de Boca, fue el mejor. Pavón metió velocidad por derecha y metió el centro atrás. No estaba su compadre Benedetto sino Agüero: el Kun definió, rebote y luego metió de cabeza el 1-0. Y ahi, sobre la raya, Pavón lo celebró casi como propio en un acción que nunca hubiera imaginado.
Debut en la Selección con pase de Messi y centro de gol ganador al Kum. Con el 26 en la espalda, el de Boca celebró con cracks que siempre vio por tele y al final se abrazó con Messi. Para toda la vida…