Paris. El seleccionado argentino se subió a un nuevo podio en la cita que las distingue y se quedó con la medalla de bronce; fue la sexta presea argentina en los últimos siete Juegos
Con la premisa fundamental de ser fieles a su riquísima historia olímpica, las Leonas saltaron a la cancha este viernes para enfrentar a Bélgica y tratar de subirse al último escalón del podio, el tercer lugar que significa la medalla de bronce. Y en este sentido, tras la dura caída ante Países Bajos por 3 a 0 en semifinales, los primeros minutos no fueron sencillos.
Se notó el tiempo que tomó «sacarse de encima» esas sensaciones, lejanas en a ilusión inicial: el equipo argentino tenía una gran ilusión de alcanzar por primera vez la medalla dorada.
Así, las Leonas pusieron primera en un partido sumamente difícil: porque el tercer puesto se trata de eso: de coronar cuatro años de trabajo del ciclo olímpico (en este caso tres, porque los Juegos anteriores se desarrollaron con un año de retraso a raíz de la pandemia por el coronavirus) con el premio que implicaba una medalla o de irse con las manos vacías.
