Sáenz Peña. «Yo olvido 1 minuto de poner el estacionamiento medido y me multan, las motos estacionan donde quieren y nadie hace nada», así reflexiona y se queja la gente. El tránsito en Sáenz Peña sigue siendo una tarea difícil.
En junio del 2020 buscando un mayor ordenamiento del tránsito el Municipio pintaba dársenas para estacionamiento de motocicletas. Hace algunos años, algunos concejales radicales, mediante Ordenanza le otorgaron al motociclista un espacio especial, prácticamente exclusivo en cada cuadra, para estacionar. Se trata de unos 20 metros sobre el lado de numeración par y 20 metros sobre la impar. De esta manera se buscaba que las motos estacionen en la vereda y liberar el espacio público para que pueda ser utilizado por peatones.
Sin embargo, la implementación del cobro de estacionamiento medido para automóviles desató una polémica que la Municipalidad buscó y busca negar, y que genera quejas permanentes en los vecinos. «Yo olvido 1 minuto de poner el estacionamiento medido y me multan, las motos estacionan donde quieren y nadie hace nada», así reflexiona y se queja la gente.
Desde el Municipio en varias oportunidades se defendió el estacionamiento medido remarcando que era una medida necesaria para el ordenamiento en el micro centro. Y respecto de las motos y sus estacionamientos exclusivos libres y gratuitos se dijo que el vecino «pretende tenerla cerca para controlar que no se la roben». Y se supo indicar que no hay personal para poder implementar el cobro de estacionamientos de motos, aunque más no sea de manera simbólica.
Pero uno recorre la calle 12, la calle principal de la ciudad, desde la 1 hasta la 33, y se encuentra con muchas motos que teniendo lugar de estacionamiento exclusivo gratuito no lo usan y estacionan en la vereda. Las esquinas de las farmacias por ejemplo, para el caso de Vedia que tiene varios locales, son muestras de la falta de control. A esto se suman locales comerciales como tiendas, agencias de Quinielas, barberías, cosméticas, heladerías, jugueterías.
Un desastre diario. Incontrolable. Sin orden. Un traspié continuo del área de Gobierno que es quien debe pensar (hoy repensar y rediseñar) las acciones para corregir esta realidad.
El personal municipal recorre la calle de ida y vuelta y ante un mínimo descuido del conductor de un auto lo multan. Pero no pueden controlar las motos en la vereda. Los controles vehiculares, que no son recaudatorios según la Municipalidad, se transforman en «tramperas» para motos, pero no hay un control sobre el abuso del motociclista respecto a las veredas.
En mayo de 2022 Norte publicaba que las motos «le ganan» a cualquier intento de ordenamiento. Sin lugar a dudas el tema de las dársenas de estacionamiento exclusivo y gratuitas terminaron siendo otro fracaso ante una materia difícil como es el tránsito.