15 febrero, 2025

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El efecto “perinola” de Bruno Cipolini

Por Horacio Fernández (*)

Pareciera que el intendente de Sáenz Peña, que ha empleado a toda su familia en el Estado (padre, madre, hermana, etc), pretende seguir acumulando cargos para un grupo de cercanos que respondan a un “sí, señor” sin mayores interrogantes. De hecho, la órbita municipal cuyo Organigrama es elefantesco ha quedado chica y con la llegada de la UCR al mando provincial se abrieron otras puertas y quedaron otros asientos disponibles para “ubicar” amigos.

En la Dirección del Hospital si bien donde se ubicó un médico para dirigir que tiene convivencia estrecha con La Cámpora Saenzpeñense, también se había facilitado la llegada de un funcionario que tiene ínfulas de ministro e incluso se dice (hay denuncias) ha llegado a maltratar a personal de distintas áreas. En el Registro Civil es conocida la designación de una ex funcionaria municipal que a lo Fabiola celebró su cumpleaños en plena Pandemia cuando el intendente vía videos de Facebook nos pedía compromiso y encierro. En las Residencias Estudiantiles habría facilitado el nombramiento de la cuñada de su mejor amigo, también contador y hoy concejal (¿socio?), quien ha sido objetada por maltrato a los estudiantes a quienes hasta había amenazado para que abandonen las instalaciones generándole un grave inconveniente de salir a buscar donde vivir sin mucho plazo. Mucho se habla en rondas de café de la llegada de un ex funcionario local “dibujador” de números (que tiene denuncias cajoneadas por cheques apócrifos) a economía de la provincia, pero también se dice que no es casualidad el nombramiento de un ex concejal y ex funcionario en el Tribunal de Cuentas para que “custodie los papeles flojos”. La lista es larga, desde un director en Ecom que terminó echado y denunciado en pocos meses, un joven a cargo de Discapacidad que fue denunciado por grooming, un abogado que chocó y mató estando borracho y «lo salvaron», hasta funcionario empresario constructor que dirigió técnicamente la ejecución de viviendas y que se aseguró que toda su familia tenga un techo.

Según se comenta en el micro clima político de la Termal, el intendente Bruno Cipolini continuaría en la búsqueda de más “sillas estatales” aunque estas no estén vacías. Y sin importar si el área a conquistar funciona bien o de manera regular. Los lugares, al entender del jefe comunal que vive exclusivamente del Estado saenzpeñense desde antes de recibirse de contador cuando era operador político de su padre quien fue intendente también, deberían ser sólo para quienes él digite.

Aseguran algunas fuentes que el empresario constructor Carlos Gómez Borges, emparentado con las administraciones radicales saenzpeñenses, y el ex pechista hoy devenido en cipolinista de sangre azul, arquitecto Daniel Monti (padre de un joven que fue escrachado porque habría manoseado niñas en un boliche) y que hoy es parte del staff de Viviendas, habrían ido personalmente y en nombre del líder radical saenzpeñense a la casa de un jubilado de Sameep a ofrecer el cargo que en la actualidad ocupa el presidente de la UCR que es ingeniero y que desde inicio de la gestión de Zdero asumió como coordinador de la empresa.

“El intendente quiere que te sumes en ese lugar, ya está todo cerrado”, aseguran que estos dos (Monti y Gómez Borges) habrían exteriorizado, encontrándose sorpresivamente con un jubilado, militante radical de moralidad intacta, íntegro y sin la misma concepción de que la política es para servirse y amontonar. La respuesta fue un “no”, convencido y sin titubeos.

Preguntas.

¿Por qué Bruno Cipolini pretende “voltear” a un funcionario que se ha ocupado de la cuestión cloacal que desde hace años es un verdadero desastre y que ni él ni su padre ni sus funcionarios han reclamado ni gestionado nunca?

¿Será tal vez que este intento por “bajarlo” al presidente de la UCR, que responde políticamente al diputado Carim Peche, es una muestra de las relaciones subterráneas maquilladas entre el legislador y el intendente que se dice están muy lastimadas nuevamente (o nunca estuvieron bien)?

¿Buscará el intendente nuevos horizontes y nuevos terrenos para enquistar actos comerciales como las que abundan en su gestión con empresas que tienen fuertes relaciones con funcionarios de su gabinete?

Y finalmente, ¿Qué habrá de cierto que Sameep compró hormigón para arreglar, reparar, recomponer, la totalidad de las calles que debió romper para recambiar cañerías cloacales o solucionar inconvenientes con cámaras de registro, pero que el Municipio no autoriza los arreglos? ¿Será verdad que el secretario de Control de Gestión Javier Polentarruti niega el préstamo de una maquina retroexcavadora para concretar parte de esa tarea? ¿Buscará con esta actitud Bruno Cipolini que la ciudadanía de Sáenz Peña se enoje con la empresa Sameep o con el propio gobernador Zdero por las roturas que se hicieron en la ciudad?

(*)Periodista, director de OdeN

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