Sáenz Peña. El cuñado el dirigente peronista Caito Olivieri inundó una actividad institucional con merchandising proselitista de la campaña del FCHMM. En el PJ señalan que su actitud no cayó bien en el Gobernador. El evento organizado por la Subsecretaría de Economía Social, pero Cristian Arana no pudo contener su desesperación por repartir gorritas y remeras.
Dicen los mismos «compañeros» que el joven, que desde hace años tendría algún tipo de contratación como asesor en el ámbito Legislativo, a sabiendas de que el lugar que ocupa en la lista lo pone infinitamente lejos de posibilidades de ser legislador, solo busca posicionarse porque según él mismo «esta preparado para ser intendente».
“Es destacable el aporte de la Secretaría, acompañando desde la búsqueda de mercado, la capacitación y muchas otras herramientas disponibles para crecer. Tienen lo más importante, que es saber trabajar de lo que quisieron ser”, dijo Peppo en su visita al evento, ponderando el trabajo del área que organizó, aunque aseguran allegados al Gobernador que su ánimo cambió cuando el lugar fue inundado con material proselitista.
Aparentemente, el show araniano tuvo complicidad de algún dirigente bancario, y su mujer, alineado a la conducción de Raúl Paoli. La idea del joven abogado a quien la «compañerada» despelleja en las redes sociales por su casi nula militancia y siempre relación con el poder político mediante su cuñado, además de, en recientes publicaciones, cuestionar hasta su vida sentimental, era mostrarle a Peppo su popularidad, para lo cual llevo un grupo de señoritas con remeras con su nombre y utilizó a decenas de niños en su desesperada búsqueda de populismo electoralista.
El evento organizado por la Subsecretaría de Economía Social dependiente de la Secretaría de Empleo quedó empañado.
