Sáenz Peña. Voces del sector ruralista sostienen que en el Departamento Comandante Fernández hay «productores ganaderos que se están fundiendo». Pero la sequía, a falta de lluvias, no es el único mal. Hay enojos por la inseguridad, el robo en caminos vecinales y la falta de acción de la Policía.
En publicaciones periodísticas la Sociedad Rural local advirtió que más de la mitad de productores se tuvieron que deshacer de cientos de cabezas de ganado ante la sequía extrema, y se muestran esperanzados en los anuncios por parte del gobernador Jorge Capitanich, sobre la asistencia financiera para el sector, aunque no se hayan dado precisiones aún.
Ruralistas advierten que no hay más margen para las lluvias, de no llegar en los próximos días precipitaciones de buenos milimetrajes, se comenzará a producir la mortandad de animales. Y mencionan que el escenario es similar al 2009 cuando se llegaron a perder alrededor de las trescientas mil cabezas de ganado.
La actual situación hace suponer que el año próximo habrá al menos el cincuenta por ciento menos de terneros en stock. Esto se debe a que muchos productores tuvieron que vender las vacas antes que la sequía las matará.
La mirada de la Rural saenzpeñense es crítica por la postura de la dirigencia nacional que los representan, y recriminan que hay reuniones con las autoridades para la fotografía y las soluciones no llegan.
Lo mismo sucede con la inacción de la Sociedad Rural local y otros dirigentes del sector agropecuario. En los caminos vecinales, de las Colonias lindantes a la ciudad, los productores no pueden ir a velar por sus animales tranquilos, ya que son asaltados por el camino.
«No se denuncia, porque muchas veces no te quieren tomar la denuncia porque eso afecta la estadística. La gente esta cansada. La Policía Rural no hace nada, nunca los ves en los caminos. A mí vecino, que veía en moto al campito, lo pararon dos tipos, lo encañoraron y le sacaron todo, la moto, plata, todo lo que llevaba. Es dramático lo que esta pasando en el campo. Todo el día vemos de donde conseguimos agua para las vacas, no hay nada de pasturas, y los robos se multiplican», dijo un productor a OdeN.