Sáenz Peña. Tras el trámite definido por el magistrado saenzpeñense que consistió en una acción que buscaba corregir las condiciones de reclusión, ahora denuncian que no se cumple con el amparo y que el módulo beneficiado por la medida, una módulo especial donde se alojan personas con enfermedades, aún no fue puesto en condiciones.
Funcionarios del Comité Provincial de Prevención de la Tortura del Chaco aseguraron que no se cumplió con lo dispuesto el juez Rodolfo Lineras, que hizo lugar a una acción de habeas corpus colectivo, preventivo, correctivo y reparador presentado por el Comité para la Prevención de la Tortura del Chaco, en favor de los detenidos del módulo VII del Complejo Penitenciario II, de Sáenz Peña.
En cambio, hubo una reubicación de detenidos dentro del complejo, pero esto dista mucho de hacer lugar a lo que ordenó el magistrado provincial ante la situación que se vivía dentro del módulo, considerado una zona de castigo.
«No se cumple con el amparo en el sentido de poner en condiciones el módulo», explicó el funcionario que participó en una reunión interpoderes realizada hace unos días.
El funcionario señaló que las autoridades de seguridad se justificaron en la imposibilidad de contar con los fondos, para hacer frente a las erogaciones necesarias y poder cumplir con lo establecido en la sentencia, emitida hace poco tiempo.
Ante esto, el presidente del Comité Provincial de Prevención de la Tortura, Darío Edgardo Gómez, recordó que existen innumerables fallos que indica que «los Estados no pueden alegar dificultades económicas para justificar condiciones de detención que sean tan pobres que no respeten la dignidad inherente del ser humano».
Desde el organismo provincial indicaron que continuarán con el monitoreo del cumplimiento de este fallo, como de otros similares, que buscan, entre otras cosas, permitir que los detenidos estén alojados en instalaciones dignas.
El Chaco es una de las provincias que tiene problemas en infraestructura penitenciaria, a tal punto, que hoy gran parte de los detenidos están alojados en comisarías, que están ampliamente superadas.