Neuquén. El obispado de Neuquén, junto al Centro Hebraico, la Iglesia Evangélica Metodista y la Iglesia Centro Cristiano Esperanza de la capital provincial mantuvieron un encuentro interreligioso.
Este año coincidieron el festejo de Pésaj -que celebra la liberación de la esclavitud del pueblo hebreo de Egipto- con el inicio de la Semana Santa de los cristianos. Por ese motivo, el obispado de Neuquén, junto al Centro Hebraico, la Iglesia Evangélica Metodista, y la Iglesia Centro Cristiano Esperanza de la capital provincial organizaron un encuentro interreligioso el pasado 5 de abril.
El encuentro se desarrolló en el parque Jaime de Nevares de la ciudad de Neuquén y contó con la participación de monseñor Fernando Martín Croxatto y el presbítero Daniel Lorente representando al obispado, la pastora Alicia Woelflin en representación de la Iglesia Evangélica Metodista de Neuquén, el pastor Horacio Szust por la Iglesia Centro Cristiano Esperanza y Fabian Najman en nombre del Centro Hebraico de Neuquén, además de integrantes de las distintas comunidades.
El objetivo fue celebrar juntos este tiempo, «ser constructores de una familia en común que quiere habitar una tierra próspera y habitarla en paz».
«Nos encontramos porque nos une una creencia en común y un compromiso para compartir nuestra fe», expresó Fabian Najman, representante del Centro Hebraico de Neuquén, luego de brindar la bendición en hebreo.
Asimismo, instó a las comunidades y a los presentes a cumplir con los mandamientos para «construir una sociedad libre, organizada, respetuosa y constructiva, creyente en lo colectivo como una creación de Dios, que está en manos de nosotros como responsables de completar la creación».
En consonancia con esas palabras, el pastor Horacio Szust, de la Iglesia Centro Cristiano Esperanza, afirmó que «el que ama a Dios, que ame también a su hermano». Recalcó que «si nos amamos los unos a los otros, Dios está entre nosotros y permanecemos en Él permanentemente».
Un momento especial se vivió cuando la pastora Alicia Woelflin, de la Iglesia Evangélica Metodista de Neuquén, invitó a agradecerle a Dios por el encuentro y «tantas cosas que Dios nos da constantemente», recreando así un «Mar de fueguitos», en el que cada uno de los asistentes tomó una rama y expresó en voz alta por lo que se sentía agradecido.
Por último, como cierre del Encuentro Interreligioso, se expresó el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto: «Esto ha sido un gesto simple, sencillo. Una gota en el desierto de hoy, de tantos desencuentros, de tantas confrontaciones, de grietas».
Pidió, además, la gracia de continuar «compartiendo espacios fraternos que alienten nuestro caminar y nuestro compromiso en esta historia que hoy nos toca».
«Pésaj, la Pascua, tanto judía como cristiana, han sido hechos históricos, pero profundamente humanos, humanizantes, que nos marcan no solo un camino, sino un estilo de vida», añadió y citando al papa Francisco enunció que “si nuestra vida personal, comunitaria, social, histórica no acoge la Pascua, ‘la historia va camino a un lento suicidio’”.
«La Pascua es un paso de liberación, triunfo de toda opresión; es cielo nuevo y tierra nueva; es mirada alentadora que renueva y dignifica; es esperanza», añadió el prelado.
En esa línea, instó a todos a que «este encuentro nos ayude a seguir fraguando una cultura pascual, un paso más para trabajar en la cultura del encuentro, del diálogo, del caminar juntos, para superar todos los obstáculos y alcanzar la verdadera libertad».
