Resistencia. Se trata de Liliana Romero que consiguió el cargo de secretaria Gremial de ATE Chaco mediante el voto de los afiliados. La Comisión Directiva Provincial (CDP) busca sancionarla aunque la mujer exhibe una extensa carrera militante en el Radicalismo chaqueño. ATE no mide con la misma vara, ya que muchos de sus sindicalistas llevaron afiliados y banderas sindicales para comprometerse en los actos partidarios del PJ en la gestión de Capitanich. Para el sindicalismo está bien mostrarse con el Peronismo pero creen que es éticamente incorrecto cuando lo hacen con otros partidos.
En el Chaco el sindicalismo pasa por una profunda falta de autocrítica. No sólo ATE que hoy es blanco de análisis por su búsqueda de castigo a una afiliada que se ganó un lugar con el voto de afiliados en la Comisión. Basta con mirar los demás gremios, como UPCP por ejemplo. Históricamente los gremios que hoy forman la mesa de la CGT en Resistencia, así como otras mesas gremiales conformadas en el interior, se han identificado con el Peronismo. A Capitanich y a Peppo, así como a Gustavo Martínez en la capital, los gremios y sus gremialistas han ideo a «cantarle la marchita» y hacer «las V de la victoria» con sus dedos, sin importarles que opinan los afiliados de ese compromiso que asumían comprometiendo al sindicato llenando los actos del PJ con banderas.
Sin embargo ahora, no esconden las ganas de suspenderla y de pedirle la renuncia a Liliana Romero. El motivo, una foto de la mujer sentada en la mesa central de la Convención de la UCR junto al gobernador Leandro Zdero. Romero, referente gremial de ATE, recibió un reconocimiento como Convencional y eso llevó a que dirigentes ligados al Peronismo le cuestionaron su presencia junto al gobernador de Chaco y presidente provincial de la UCR. Incluso armaron toda una campaña para hacer circular mensajes de Whatsapp que repudiaban su presencia.
Romero es trabajadora del Registro de la Propiedad Inmueble, pero actualmente está abocada exclusivamente a la Comisión Directiva Provincial de ATE.
La vara torcida de la dirigencia gremial
La actitud de los dirigentes de ATE Chaco contra Romero expone la hipocresía sindical en su máxima expresión, porque no se objeta cuando un peronista acude a actos partidarios, lleva banderas del gremio o se toma fotografías con referentes del Partido Justicialista. «Me reprochan actitudes que ellos mismos practicaban», se defendió la mujer, y recordó que «en gobiernos anteriores se veía a los sindicalistas llevar afiliados y banderas sindicales a comprometerse en los actos partidarios».
Al defenderse Romero expreso a DiarioChaco: «Tengo más de 30 años de militante radical», y recordó que «con el gobernador promediamos la misma edad y hemos militado desde la juventud».
Sobre las presiones que recibió indicó que «pedir sacar o poner no tiene sentido porque llegué a este cargo en ATE por los votos de nuestros afiliados». Ante esa situación dijo que, si la quieren sacar que sea de la misma manera, «con votos de los afiliados y no porque me ven sentada al lado del gobernador de Chaco, a quien lo conocí mucho antes de ser dirigente de ATE».
Finalmente dijo: «Fui en nombre de mi historia política, no en representación de ATE Chaco, ni siquiera llevé un mandato, cartel o bandera comprometiendo al gremio y sus afiliados». En esa línea remarcó que «antes de ATE tengo una toda historia de trabajo social y político».