26 julio, 2024

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Javier Miley le puso fin al último suspiro kirchnerista, y le ganó con contundencia el ballotage al superministro Massa

Buenos Aires. Por más de 11 puntos de diferencia y con una figura que surgió hace apenas dos años, Javier Milei fue electo el próximo Presidente de los 45 millones de argentinos a partir del próximo 10 de diciembre, terminando así con la gestión del peronismo durante los próximos cuatro años. El pacto entre miley – Macri y Bullrich, fue clave.

Los resultados fueron sorpresa. El liberal, que durante la mayoría del recuento de votos mantuvo una diferencia cercana a los 12 puntos, ganó en 20 provincias, en CABA, municipios bonaerenses e incluso peleó voto a voto la victoria en Chaco y la consiguió. Con más del 97% de mesas escrutadas, se impuso en definitiva con un 55,76% mientras que Massa consiguió apenas el 44,23%.

La jornada electoral, sexta en lo que va del año para los chaqueños, se llevó a cabo con normalidad y no hubo inconvenientes. A diferencia de lo ocurrido en las generales, el clima optimista comenzó a generarse en los entornos del liberal una vez cerrados los comicios.

El silencio fue absoluto, lo que permitió avizorar un escenario de victoria, aunque sea por una diferencia mínima, para el economista. Cerca de las 19, los principales medios de comunicación nacionales comenzaron a dar por ganador a Milei en base a declaraciones del entorno opositor en el bunker y cercanos. «Milei ganó 53% a 47%», habría dicho en este sentido Patricia Bullrich.

El escenario comenzó desde entonces a favorecer a Milei. El optimismo y los primeros datos favorecieron ampliamente al liberal, por lo que el oficialismo no tuvo más opción que reconocer tempranamente la derrota.

A las 20:08, e incluso antes de que la propia página del Gobierno difunda los resultados oficiales Sergio Massa, el ministro de Economía -que cumplió roles de Presidente desde que fue nombrado candidato único de Unión por la Patria- salió al escenario acompañado de tibios aplausos y llantos militantes, y reconoció haber felicitado a Javier Milei por su victoria en las elecciones.

 

 

«Los resultados no son los que esperábamos, y me he comunicado con Javier Milei para felicitarlo y desearle suerte porque es el Presidente que la mayoría de los argentinos eligió para los próximos cuatro años», sentenció Massa, en un claro lamento por no haber podido contener la victoria que tuvo en las generales del 22 de octubre.

Tal como se esperaba, Massa anunció allí su último intento de permanecer en la política y, tras haber fracasado con todos los vientos a favor, la utilización de la caja política, la atribuida «campaña del miedo» y el apoyo de los tres poderes, afirmó que desde el 10 de diciembre se dedicará a otra cosa.

Antes de irse, sin embargo, optó por no ser cauto como en las generales y lanzó un mensaje que para los mercados es irresponsable. Afirmó, en este sentido, que los precios y lo que ocurra con la economía a partir de este lunes, será responsabilidad de Javier Milei, desligándose así de todo lo que suceda durante la transición.

«Los argentinos eligieron otro camino y, desde mañana, la responsabilidad de dar garantías sobre el funcionamiento político, social y económico es del presidente electo», indicó.

EL TRIUNFADOR

Milei llegó a su búnker colmado de banderas amarillas alrededor de las 21:30. Minutos más tarde, fue presentado en el escenario por su hermana Karina, quien es identificada como «El Jefe» y a quien Milei le acredita su victoria.

El discurso del presidente electo estuvo colmado de mensajes. Lejos de representar al liberal que solía participar de los programas de televisión enfurecido y a los gritos, ahora estuvo a tono con el de un Presidente que tiene la mirada de todo el país, el mercado y la prensa internacional.

Milei remarcó con agradecimientos su unión con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, y afirmó que «desinteresadamente pusieron el cuerpo para defender el cambio que Argentina necesita». «Se termina el modelo empobrecedor del Estado omnipresente. Hoy volvemos a abrazar las ideas de la libertad, las ideas de Alberdi. En definitiva, las ideas de nuestros padres fundadores», lanzó.

Uno de los mensajes que Milei debía dar era el destinado a los mercados de cara a este martes y a la esperada subida del dólar. En este sentido, señaló: «Respeto a la propiedad privada y el comercio libre; el modelo de la decadencia ha llegado a su fin, no hay vuelta atrás. Los cambios que Argentina necesita son drásticos, no hay lugar para las medias tintas. Si no avanzamos rápido con los cambios drásticos, nos dirigimos a la peor crisis de nuestra historia. Desde primera hora de mañana nos pondremos a trabajar para que desde el 10 de diciembre traigamos las soluciones que el país necesita».

Para desligarse de las declaraciones de Massa y las responsabilidades económicas desde la fecha hasta el 10 de diciembre, Milei remarcó contundentemente que su gestión comenzará cuando asuma la Presidencia y no antes. «Que se haga cargo hasta el final del mandato» , sentenció.

Por último, el otro mensaje indirecto fue el destinado a toda la alianza opositora. El liberal convocó a partir del 10 de diciembre a «todos los argentinos y dirigentes políticos que se quieran sumar» y remarcó, por ello, que «es más importante lo que nos une que lo que nos separa». Acerca de los «violentos» que buscarán entorpecer su gestión con manifestaciones, dijo que su Gobierno será «implacable».

Massa, que contó con el apoyo unificado de todo el aparato peronista, se enfrentó a una oposición dividida pero liderada por la alianza Milei-Macri-Bullrich. Luego de que Juntos por el Cambio quedara eliminada de la contienda en las generales, hubo una ruptura que hizo desconfiar si Milei conseguiría el traslado de votos a su espacio político para poder así consagrarse. Dirigentes de peso político, como Horacio Rodríguez Larreta, el radicalismo encabezado por Gerardo Morales y Martín Lousteau, la Coalición Cívica de Elisa Carrió, le dieron la espalda. Nada de esto finalmente importó, a pesar de que todos estos dirigentes de alguna u otra manera llamaron a votar, disfrazadamente, por Sergio Massa.

LA SITUACIÓN EN CHACO

Otro escenario distinto. En las generales, Sergio Massa fue anunciado como ganador de manera temprana por el actual gobernador peronista, Jorge Capitanich. Este domingo, reinó el silencio. Massa, quien en las generales obtuvo el 43,69% y venció al liberal por una diferencia de 16 puntos, ahora tuvo un escenario distinto y perdió las elecciones por una diferencia de décimas.

En Sáenz Peña los Libertario volvieron a dar la nota, esta vez con un marcado apoyo de Bruno y Gerardo Cipolini.

Con un electorado cercano al millón de personas, Milei fue el ganador en la provincia con el 50,07%, mientras que Massa obtuvo el sabor amargo del 49,92%. La participación electoral fue del 73% y las mayores diferencias estuvieron en los principales departamentos.

En las generales, Massa logró la victoria en los 25 departamentos provinciales, explicando así su -temporal- victoria. Sin embargo, en este balotaje, el resultado fue mixto: tanto Milei como Massa lograron buena cantidad de votos en todos los departamentos, pero el liberal fue quien se quedó con la representación de los departamentos más importantes como San Fernando,  Comandante Fernández y Chacabuco, donde obtuvo amplias diferencias.

El aparato peronista no se movilizó en la provincia de la misma manera que lo hicieron para las generales. Jorge Capitanich, gobernador saliente y líder político, no continuó con el aporte militante a Massa desde el 22 de octubre, lo que también habría aportado a la vuelta de tortilla este domingo.

¿Y AHORA?

Javier Milei contará con el apoyo de los principales dirigentes opositores: el expresidente Mauricio Macri y la ex candidata ganadora de las PASO en Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, así como de su compañero de fórmula Luis Petri. Seguramente, para garantizar un Gobierno cuyas iniciativas prosperen en las Cámaras, el liberal incluya en su círculo cercano y en la toma de decisiones a estos dirigentes que buscarán aportarle la mayor cantidad de legisladores posibles.

Tras los resultados de las generales, Milei y Juntos por el Cambio -el viejo, pues ahora sufrirá reestructuraciones- contabilizaron un total de 132 bancas en Diputados. De ese total, tan solo 38 responden directamente al liberal, 94 para JxC, y para el quórum son necesarios 129. El peronismo, relegado, quedó con apenas 105, por lo que las negociaciones entre LLA y JxC deberán fortalecerse.

En el Senado, el escenario es más simple. Las bancas entre Juntos por el Cambio y LLA suman 31, y la mayoría automática es conseguida con 37. En este punto, también es comparable las negociaciones que deben prosperar ya que JxC es quien poseerá 24 bancas, mientras que LLA sólo 7. El peronismo, en tanto, tendrá 33.  Será clave en este sentido la orientación de los senadores de fuerzas provinciales que totalizan 6, y la de otros 2 que se identifican como independientes. En el Senado, cada número cuenta.

A partir de este martes, el mercado abrirá con un fuerte nivel de incertidumbre por las políticas que implementará Milei. Tan solo este domingo, conocidos los resultados, las plataformas que venden dólares elevaron la cotización de la divisa a más de $ 1.200, por lo que es posible un escenario de corridas cambiarias en las próximas semanas.

La razón de esta volatilidad en el mercado se reduce a las dos políticas «de Estado» -según definió Milei- que el liberal tratará de implementar: la dolarización y la «eliminación» del Banco Central. Por el aumento indefectible de la demanda de dólares, ahora las cuevas y operadores continuarán elevando el precio de la moneda norteamericana. Además, se desconoce si en los próximos días el Gobierno actual continuará con los fuertes allanamientos en la City porteña, un factor que mantenía estable al precio del dólar informal, y que tenía como objetivo demostrar fuerza bajo el liderazgo de Massa.

En definitiva, este martes la Argentina continuará ante un escenario de incertidumbre que se mantuvo todo el año. El Gobierno actual deberá orquestar toda la gestión para ponerla a disposición del liberal y sus ideas totalmente opuestas. En el medio, Juntos por el Cambio afrontará días claves para subsanar sus diferencias y definir de una vez por todas quiénes serán los que apoyen al cambio propuesto, y quiénes serán los nuevos aliados del peronismo que buscará rearmarse sin un líder definido.

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