22 noviembre, 2024

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La diócesis de San Roque tendrá un nuevo diácono camino al sacerdocio

Sáenz Peña. El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, ordenará diácono camino al sacerdocio al joven Leandro Emanuel Farías.

En una celebración presidida por el obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Nicolás Barbaro, el 21 de noviembre será ordenado diácono camino al sacerdocio el joven Leandro Emanuel Farías.

La ceremonia será a las 17.30 en la parroquia San Miguel Arcángel, de la localidad de Las Breñas, y se desarrollará bajo estrictas medidas sanitarias por la pandemia. Los fieles podrán participar por los diferentes medios.

Leandro Emanuel Farías nació el 19 de junio de 1991 en Las Breñas (Chaco). En una entrevista, brindó detalles de su vida y su vocación: “Recuerdo en mi infancia cuando acompañaba a mis padres que frecuentaban grupos de oración coordinados por la Renovación Carismática Católica. En ese contexto, experimenté una especial devoción a la Santísima Virgen María y al Niño Jesús. Sucesivamente, en los años de catequesis fui profundizando más acerca de quién era Jesús, hasta que llegó el gran día de recibirlo sacramentalmente en la Primera Comunión. Estaba ansioso de tenerlo a Jesús dentro de mí, ya que la catequista nos había dicho que recibiríamos a nuestro Amigo, y yo así lo estaba viviendo ese día”.

Sus inicios en la parroquia local San Miguel Arcángel marcaron sus primeros pasos en la fe, pero en la adolescencia su experiencia fue distinta: “Jesús no ocupaba un lugar central en mi vida. Participaba de las misas y en alguna otra actividad, pero no con el mismo fervor. En estos años, que coincidieron con el colegio secundario, pude recibir el sacramento de la Confirmación”.

Pero Dios tiene sus caminos, un día lo llamó a Leandro a un seguimiento más radical: “A los 17 inicié el terciario. Fue la primera vez que pensé en una mayor entrega, que podía dar más. Lo conversaba con un amigo. Él me invitó a participar de encuentros para jóvenes que organizaba el Seminario en Sáenz Peña. Sinceramente esquivé esas invitaciones, entre otros motivos porque no quería descuidar el estudio del profesorado en Lengua y Literatura que realizaba en el Instituto de Nivel Superior de la ciudad de Charata. Ante la insistencia de mi amigo, aceptaba su invitación si me iba bien en un examen importante. El resultado fue que salí muy bien y tuve que cumplir mi promesa. Allí inició una nueva etapa, de pensar en serio mi vida, de preguntar a Dios que quería para mí, cuál era mi vocación, de conversar con confianza con los sacerdotes sobre lo que iba viviendo. Fue luego de un camino de varios meses, cuando terminé el profesorado, donde recé más y me saqué muchas dudas, que ingresé al Seminario Diocesano Cura Brochero. Así continuaron los años de seminario, luego de formarme un tiempo en Sáenz Peña, continué la formación al sacerdocio en Pamplona, España, hasta concluir este año”.

El futuro sacerdote ya colabora en diversas actividades en el obispado de Sáenz Peña y en el Seminario. Está en contacto permanente con distintos jóvenes, a quienes también quiso dejar un mensaje: “Quienes tienen una inquietud particular, por ejemplo si en su interior resuena la pregunta ¿Qué quiere Dios para mi vida? Le diría que no hagan oídos sordos a esa voz, no es pérdida de tiempo el preguntarse y el querer encontrar respuesta. San Juan Pablo II decía a los jóvenes ‘No tengan miedo de mirarlo a Él’, mirarlo y hablarle en la oración, allí encontramos las respuestas que necesitamos. La vocación es un regalo que el Señor hace, no lo rechacen. Vale la pena darse al Señor, vale la pena darse a los demás” concluyó.

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