Sáenz Peña. En una publicación del Diario Norte se rescata la cantidad de accidentes y la gran ingesta de alcohol por parte de los conductores, además de las típicas transgresiones.
A pesar de los controles realizados durante el fin de semana, los siete accidentes registrados, uno de los cuales fue de características graves, la termal volvió a mostrar un panorama complicado con el tránsito, dejando en evidencia la conjugación de factores, donde al menos en uno de los casos los efectos de la nocturnidad fueron el desencadenante de una situación que pudo haber sido mucho más grave.
Según el informe hecho público por la oficina de prensa de la Dirección Zona Interior Sáenz Peña, resultó “conflictivo por la cantidad de siniestros. En total fueron siete los contabilizados, de los cuales uno terminó con un motociclista con traumatismo encéfalo craneano grave, lo que obligó su derivación hacia el Hospital Perrando de Resistencia”.
Estas situaciones se dieron a pesar de los controles que se dispusieron en las calles, entre los que se contabilizaron operativos anti-wileros, controles de alcoholemia y los habituales operativos de control vehicular donde como resultado se retuvieron motovehículos y se labraron las correspondientes actas.
Desde estas páginas, siempre se sostuvo que la problemática del tránsito, no tiene un solo responsable, sino que se genera a partir de la conjugación de una serie de factores que atentan contra el correcto del uso del espacio público y la seguridad vial.
Y en eso la conducta de quienes toman el volante de un vehículo, transgrediendo las más elementales normas de tránsito, son un factor trascendente para que el hacer caso omiso a las más elementales normas terminen desencadenado siniestros en la vía pública.
Esta conducta transgresora, instalada en un segmento de los conductores, se observan los fines de semana como la ingesta de importantes niveles de alcohol u otras sustancias ocasionan situaciones de accidentes, como la vivida en uno de los siniestros viales de este fin de semana.
El fin de semana
El fin de semana, la actividad de contralor tuvo marcada participación de personal de Tránsito, Policía Caminera, 911 y la colaboración de Padres en la Ruta que participó en la tarea en controles de alcoholemia y nti-wileros junto a integrantes del Consejo de Seguridad.
En los controles de alcoholemia, que se realizan todos los domingos entre las 3 y las cinco de la madrugada, la Policía Caminera procedió a labrar un total de nueve actas de infracción a conductores por circular con mayores niveles de alcohol en sangre a los permitidos por la legislación.
“Fue un fin de semana donde se detectó una importante cantidad de conductores alcoholizados si bien estamos hablando de nueve actas, e número puede crecer exponencialmente si tenemos en cuenta que muchos buscan tomar calles alternativas para evitar el control”, analizó Jorge Derka, de Padres en la Ruta, a NORTE.
Asimismo aseguró que “hemos desarrollado una buena tarea en forma conjunta con los inspectores municipales y efectivos policiales”.
Un domingo intenso
Los controles efectuados en la jornada del pasado domingo marcó una intensa actividad en la zona, donde se procedió a la retención de un total de ocho motocicletas en uno de los controles anti-wileros realizados.
La zona del aeropuerto de Sáenz Peña es un escenario habitual y predilecto para quienes en el marco de las transgresiones, dan muestra de total negligencia efectuando maniobras que ponen en riesgo no solo su propia integridad sino la de terceros.
Esta cuestión también suele observarse en el centro de la ciudad luego de determinada hora de la noche. Allí también el trabajo realizado por personal de Tránsito y el C.O.M dependiente del servicio de emergencia 911 de la policía dio sus frutos ya que se secuestraron otras siete motocicletas por este tipo de infracciones.
Consumo de alcohol
No es nuevo que el consumo de alcohol en exceso suele ser consecuencia de accidentes de tránsito. Eso quedó demostrado en la mañana del pasado domingo en las calles de la ciudad.