Resistencia. La diputada portuaria, que fue impulsada por Alicia Azula para sentarse en una banca, se pasó de Somos Parte a Convergencia Social. Rozas dijo que es «una actitud de grandeza política”, y la legisladora, de quien se dice cerró una contratación a futuro, abrió el paraguas y señaló: «no vengo por un cargo, vengo a trabajar”.
El hecho no deja de ser un fuerte sismo dentro de la UCR, ya que la diputada provincial Carina Batalla llegó a la Legislatura de la mano de Alicia Azula y en representación de Somos Parte. En las últimas horas Batalla anunció su decisión de sumarse a Convergencia Social dentro de la UCR, movimiento interno del radicalismo chaqueño presidido por el ex gobernador Angel Rozas.
Azula está en stand by desde que votó con el oficialismo la ley de educación digital, oportunidad en que Batalla no participó por cuestiones médicas. Somos Parte que nació como un «zapateo» hacia el manejo personalista de Rozas, tuvo primero a Aída Ayala, Roy Nikich, Alicia Azula y Gerardo Cipolini como impulsores, hasta que Ayala dejó el espacio y buscó su propio ámbito en el que le rindan pleitesía, el NEA donde fue acompañada por Leandro Zdero que hoy tiene su propio sello. Pero hoy Somos Parte es sólo Roy Nikisch y Alicia Azula, ya que se descuenta que Gerardo Cipolini en breve será diputado nacional por el espacio que presentó su hijo Bruno, el intendente de Sáenz Peña alineado con el senador Martín Lousteau. Cuestión de sangre digamos.
Pero volviendo a Batalla, la diputada dijo que no es «partidaria del oportunismo en política», aunque mucho no le crean. «Vengo a trabajar desde las bases como una militante mas para que en las elecciones de este año ingresen a la Legislatura mas diputados de nuestro espacio», dijo, y se ganó unas flores de don Rozas que aseguró «lo primero que pensarán es que cargo le habrán ofrecido para que tome esta decisión, pero la verdad siempre sale a la luz».
