Buenos Aires. Con el lema «Te quedaste con nosotros para siempre», la basílica de Nuestra Señora de Luján se prepara para las fiestas en honor de la Madre de los argentinos.
La comunidad de la basílica y santuario de Nuestra Señora de Luján se prepara para celebrar a su Virgen patrona el próximo 8 de mayo. La novena preparatoria comienza este viernes 29 de abril y lleva el lema “Te quedaste con nosotros para siempre”.
Este año, la novena se centra en la historia de la advocación de Luján, y propone “compartir y rezar con el testimonio y la vida de personas que han sido muy importantes” en dicha historia.
“Conoceremos y rezaremos junto al Siervo de Dios y Esclavo de María, el Negro Manuel, que fue testigo del milagro y el primero en contar la historia del milagro a los peregrinos que se acercaban a visitar a nuestra Madre”, anticiparon.
“Luego nos encontraremos con una mujer decidida y generosa, Ana de Matos, que con su iniciativa logró que la Virgencita llegara a estas, sus tierras. También rezaremos con la historia de hombres que a raíz de grandes milagros dedicaron su vida a la Virgencita: el padre Montalbo, Juan de Lezica y Torrezuri y el Siervo de Dios padre Jorge Salvaire”, detallaron desde el santuario.
Cada día de la novena tendrá un eje temático vinculado a la historia: “Así empezó todo”; “El milagro”; “El esclavo de la Virgen, el Negro Manuel”; “El amor del Negro Manuel a su Madre”; “Doña Ana de Matos, una mujer excepcional”; “El padre Montalbo y el primer templo a la Virgen”; “La figura de Lezica y Torrezuri y el segundo Templo”; “El padre Salvaire y los comienzos de la gran basílica”; y “El Santuario de Luján hoy y en camino a los 400 años”.
La guía para cada día de esta novena puede encontrarse en este enlace.
Además, para cada día de esta novena, proponen rezar juntos la siguiente oración:
Señor Dios, que para mostrarnos tu gran amor
quisiste que Nuestra Señora de Luján
se quedara con nosotros para siempre
como Madre de este pueblo argentino,
te pedimos que junto a ella,
podamos vivir cada vez más unidos como hermanos,
amparados bajo su manto
y encontrando en sus manos alivio y fortaleza.