Buenos Aires. El hijo de Hugo Moyano, y ex diputado por el Frente de Todos, Facundo Moyano, no reparó en críticas contra la institución que dirige su hermano y abrió la posibilidad de que los movimientos debatan profundas reformas al sistema laboral. «Esta gestión fue un fracaso», indicó.
El ex diputado del Frente de Todos, Facundo Moyano, vuelve al escenario político para pedir por el recambio de los actuales dirigentes que lideran al peronismo y que, en la próxima gestión de Milei, cumplirán un rol desencadenante.
Facundo, hijo de Hugo Moyano, renunció a su banca de diputado el 12 de agosto de 2021 tras una década como integrante del Poder Legislativo, en medio de diferencias con el kirchnerismo y para exigir un debate interno en el peronismo que nunca se concretó.
Sergio Massa es el padrino político de Moyano. Sin embargo, criticó que La Cámpora es una organización que desde hace años maneja la caja del gobierno, y también el poder. «Las gestiones de empresas públicas fueron desastrosas», señaló respecto a las concesiones viales, por ejemplo.
El dirigente recordó que, dos años atrás, el problema que tuvo fue la falta de un proyecto político dentro del peronismo, la nula injerencia en la toma de decisiones, las indefiniciones, falta de dirección y horizonte.
Consultado sobre una reforma laboral profunda en la Argentina, algo que él mismo planteó hace tiempo, señaló que Argentina necesita de un «debate profundo» acerca de este sistema, pero rescató: «No con esa posición defensiva que tienen muchos dirigentes gremiales al decir que no porque vienen por nuestros derechos y conquistas. La bandera tiene que ser cómo le damos derechos a los que hoy no los tienen».
Bajo este contexto, Moyano analizó el repetido discurso acerca de que la derecha «viene por nuestros derechos». En este sentido, señaló que la pregunta a realizarse es «de qué manera el peronismo o el gobierno que sea le da derechos a los que no tienen». Por ello, indicó que «muchos trabajadores y pobres votaron a Milei».
Sobre el acompañamiento de la Confederación General del Trabajo (CGT) a las reformas laborales, Moyano manifestó que hay «muchos dirigentes de gremios muy importantes que están abiertos al debate», pero que también hay que organizar correctamente a los movimientos.
De esta manera, Moyano criticó a la CGT por su posición durante las gestiones anteriores: «Lamentablemente no han tomado posiciones con el desgaste que tuvo el trabajador. No quiero personalizar, prefiero discutir ideas. Pero como institución la CGT no tuvo una posición fuerte ante una caída del poder adquisitivo del salario notable. No tuvo los posicionamientos que uno hubiera esperado ante el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores. No estuvo a la altura».
A pesar de que su hermano Pablo Moyano es uno de los integrantes del «triunvirato» de mando dentro de la CGT, Facundo indicó que la CGT no funcionó como institución y que, ahora durante el Gobierno de Milei, los dirigentes gremiales que no hayan reconocido el retroceso de la Argentina durante los gobiernos peronistas, «no deberían tener autoridad para plantarse fuerte ahora».
Respecto a las posibles movilizaciones o paros gremiales que podrían suceder una vez asuma Milei, Moyano indicó que «no es momento de poner palos en la rueda». «Además, con qué autoridad, si muchos estuvieron callados durante todo este tiempo o fueron parte del fracaso».
Su postura, según afirmó, es compartida por «muchos dirigentes» que tienen responsabilidades de gestión. Espera, por esto, que el final de año sea «tranquilo» porque fueron «cuatro años muy difíciles» y todavía restan debates importantes como el del sistema laboral. «Sea por derecha, por izquierda. Hay que sincerarnos», concluyó Moyano.