Quitilipi. El jefe comunal el año pasado, tras el regreso del Radicalismo al poder provincial, no escatimó en gastos para apoyar y sostener la Cabalgata de la Fe, pero hoy recorre los pisos de Casa de Gobierno pidiendo adelantos para poder cumplir con sus trabajadores. ya hubo muestras meses atrás de contratados que no cobraban en tiempo y forma.
Aprovechando las raíces quitilipenses del gobernador de la provincia, el intendente Ariel Lovey se reunió con Leandro Zdero para buscar pedirle «una manito» con los recursos ante lo que el jefe comunal dice es una complicada situación que atraviesa el municipio debido a las reducciones en los montos de la Coparticipación. Aunque nada dice de la falta de previsión.
Lovey buscando que el Gobierno provincial le «tire una cuerda» aseguró que en los años que lleva de gestión «es la primera vez» que no puede pagar el aguinaldo cuando ya faltan pocos días para abonar los próximos sueldos. El año pasado cuando el municipio de Quitilipi tenía recursos de sobra, Lovey no hizo previsiones y destinó, según denuncian los vecinos, muchos recursos a sostener la Cabalgata de la Fe, particularmente el festival del kilómetro 50.
«Tengo más de 800 empleados en el municipio que están esperando cobrar», dijo Lovey a la salida de la Casa de Gobierno buscando que la nota le abra la posibilidad de recibir «una ayuda extra». «Desde febrero comenzó a sentirse la baja en la coparticipación, esto nos está afectando mucho a los municipios porque dificulta poder desarrollar las actividades y cumplir con las obligaciones que tenemos», recordó.
¿Qué hará este año ante la realización de la Cabalgata de la Fe, también dirá que no tiene plata, o para la fiesta popular de los devotos a San Pantaleón tendrá hecho algún ahorro para bancar la carpa Vip donde los funcionarios tienen sus propia fiesta a espalda de la comunidad gaucha?
